A primeras horas de la madrugada del viernes, unidades del ejército libanés iniciaron un nuevo despliegue en la ciudad de Trípoli en el marco de restablecer la seguridad y el orden. Los soldados tomaron posiciones en la línea que divide los dos barrios rivales, la calle Siria, así como en las zonas de combate, Yabal Mehsen y Bab Tabaneh.


La ciudad, que desde el domingo pasado está siendo testigo de violentos combates, no ha descansado del todo, hoy viernes todavía se oyen disparos de francotiradores y algunas ráfagas de vez en cuando, mientras la Unidad de Ingeniería del Ejército trabaja en desactivar las minas y las bombas no explotadas en las zonas de enfrentamiento.

La noche anterior ha sido especialmente muy violenta, donde se emplearon diferentes tipos de armas, incluido morteros, causando la muerte a dos personas y heridas a otras veinte.

Según fuentes militares, en declaración a “Alahednews”, “los milicianos cedieron a la petición del ejército y aceptaron el alto el fuego dando paso a la entrada de los soldados, tras llegar a un acuerdo”. Muchos de los grupos armados ya no hacen caso a sus “patrocinadores” de los líderes políticos, en especial el movimiento “Mustaqbal”.


Se espera que la normalidad vuelva a la ciudad a partir del lunes, no obstante, se teme que los combates se reanuden esta tarde durante los funerales de las víctimas.

Desde el domingo pasado, el resultado de las víctimas de los enfrentamiento ha alcanzado 22 muertos y más de 200 heridos.