Internacional
EE UU y Turquía acuerdan poner fin al “mandato de Al-Asad” en Siria
Obama recordó que hay “otras alternativas diplomáticas y militares"
El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, y el primer ministro de Turquía, Recep Tayyip Erdogán, acordaron este jueves una estrategia conjunta para poner fin al gobierno legítimo en Siria y la salida del poder del actual presidente de ese país, Bachar al-Asad. Obama y Erdogán han anunciado también que sus Gobiernos y otros están intercambiando datos sobre el uso de armas químicas en Siria que serán presentados en su momento ante la comunidad internacional para robustecer el caso contra el régimen de Damasco.
En una conferencia de prensa conjunta, Obama ha sostenido que, actualmente, su prioridad es la de trabajar con Turquía y otros aliados con el fin de “preparar una transición hacia un Gobierno representativo”, pero ha recordado que siguen sobre la mesa “otras alternativas diplomáticas y militares”.
Obama y Erdogán han expresado confianza en los resultados de la conferencia sobre Siria que se celebrará el mes próximo en Ginebra y en la que participará Rusia. Ambos han coincidido en que el objetivo de esa conferencia y de su actividad diplomática actual es el de “sustituir el actual Gobierno totalitario por un Gobierno democrático”, como dijo el primer ministro turco.
El presidente norteamericano ha admitido que no existe una fecha límite para conseguirlo, aunque manifestó que “cuanto antes mejor”. En cuanto al modo, Obama ha dicho que “no existe una receta mágica para conseguirlo. Tanto él como Erdogán han insistido en que lo más importante en este momento es “fortalecer políticamente a los grupos de oposición”, y los dos se comprometieron a crear una presión internacional suficiente como para que el presidente sirio se vea forzado a abandonar.
Turquía es hoy un aliado fiable en la región
Turquía se ha convertido en un aliado imprescindible para Estados Unidos, el segundo más importante, después de la entidad sionista (Israel), de cara a su política en Oriente Próximo.
Turquía es, por tanto, ahora una pieza fundamental en el nuevo orden que EE UU trata de construir en esa parte del mundo. La intervención de Obama fue decisiva el mes pasado para conseguir la reconciliación entre Turquía e “Israel”, cuyas relaciones quedaron congeladas como consecuencia del episodio de la flotilla de Gaza, en 2010. El presidente norteamericano peleó intensamente por esa normalización, que resulta vital de cara a su estrategia internacional.
Esa alianza se hace imperiosamente necesaria ahora con motivo del conflicto en Siria, país con el Turquía tiene frontera y en cuyo futuro está llamado a jugar un papel relevante. Erdogán ha sido el gobernante mundial que con más insistencia ha apoyado la oposición en Siria y el que se encuentra en primer plano frente a Siria en el conflicto provocado.