Internacional
Arabia Saudí teme el contagio de la “Primavera Árabe”
Un muro de 1.800 kilómetros en la frontera con Yemen
Las autoridades saudíes han iniciado la construcción de un muro de cerca de 1.800 kilómetros -desde la costa del mar Rojo, en el oeste, hasta el borde de Omán, en el este- con el objetivo de “evitar la expansión de la revolución”. El proyecto se remonta a 2004 y entonces los argumentos más importantes esgrimidos por Riad eran “alejar a inmigrantes irregulares, traficantes de drogas y milicianos de la red terrorista Al Qaeda”. Ocho años después las prioridades parecen haber cambiado y el reino saudí no quiere ser el próximo en la lista de países árabes sacudidos por revoluciones populares.
Desde que el expresidente yemení Alí Abdulá Salé cedió su cargo en febrero de 2012 a Abd Rabu Mansur Hadi tras meses de protestas antigubernamentales, la seguridad se ha deteriorado, ha indicado el teniente coronel Hamed al Ahmari, un agente fronterizo saudí.
Los yemeníes lograron derribar a Alí Abdulá Saleh tras más de un año de protesta que concluyó con un pacto apadrinado por Riad por el que el dictador renunció a su poder a cambio de la inmunidad y ahora “Arabia Saudí teme a la influencia de la revolución sobre su propio pueblo ya que está gobernado por un tiránico régimen real”, según un joven líder de la revuelta yemení.
La frontera de unos 1.800 kilómetros entre ambos países –aliados durante los 22 años de dictadura de Saleh- también ha sido un lugar de máxima tensión debido a la presencia del Houthi, líder del movimiento popular zaidí que desde 2004 ha librado seis guerras con el Gobierno de Saná. La última fue en 2009 y en ella Saleh tuvo el apoyo Saudí por medio de bombardeos y de un gran número de soldados que cruzaron la frontera para dar caza a los partidarios de Houthi.