El delegado del Gobierno en Ceuta, Francisco Antonio González Pérez, reconoce que las Fuerzas de Seguridad del Estado están "preocupadas" por la captación de musulmanes de la ciudad autónoma que viajan a diferentes países islámicos "como Siria o Líbano" con la supuesta intención de inmolarse por la “Yihad”, si bien ha matizado que esos "secuestradores de voluntades" operan fundamentalmente en la vecina localidad marroquí de Fnideq y su entorno.


Después de que el verano pasado se conociese la desaparición de tres jóvenes ceutíes de 32, 30 y 24 años que presuntamente viajaron a Siria el abril de 2012, esta semana uno de los detenidos en el marco de la denominada “Operación Duna” que el juez Baltasar Garzón dirigió en 2006 contra el islamismo radical ha denunciado la salida de territorio español de su hijo, menor de edad, con la misma intención.

En declaraciones a los periodistas, González Pérez ha asegurado este miércoles que el joven abandonó la ciudad autónoma "con documentación falsa" y ha asegurado que, tanto a escala local como nacional, el Ministerio del Interior está trabajando "muy duramente" contra estas redes de captación. El delegado ha lamentado que durante los últimos años no se ha trabajado con la misma determinación y ha denunciado que "aquí ha habido dejación por buenísimo".


El exdiputado nacional, que ha advertido de que se trata de un tema "delicado" para evitar hacer un análisis más extenso, ha reconocido la posibilidad de que "secuestradores de voluntades" entren en Ceuta para captar a jóvenes y que tramas "posiblemente salafistas" operen dentro de la ciudad autónoma.

González Pérez ha evitado dar un número, siquiera aproximado, del número de ceutíes que pueden haber optado por viajar a países islámicos captados por redes radicales de matriz islamista, ya que según ha recordado "las instituciones sólo podemos enterarnos de estos casos cuando los familiares denuncian su desaparición o cuando se interceptan conversaciones con los correspondientes permisos judiciales".