Cada día se ve más evidente la implicación de los israelíes en el conflicto sirio y su ayuda a los rebeldes y mercenarios que combaten contra el régimen del presidente Bashar al-Asad. Después de las armas de fabricación israelí incautadas en los depósitos de los rebeldes, y los aparatos de espionaje encontradas en la costa siria, las autoridades de la ocupación israelí, que llevan más de seis décadas mascarando a los palestinos (recordemos las masacres de Sabra y Shatila), autorizan ayuda médica a los asesinos en Siria.


El jefe de Estado Mayor de la entidad sionista, el general Benny Gantz, ha autorizado este miércoles a médicos israelíes a tratar a siete terroristas sirios heridos que se acercaron a la frontera, en los Altos del Golán, citando razones humanitarias.

Dos de los heridos tratados han sido trasladados a un centro sanitario para someterse a pruebas mayores, aunque las fuerzas de ocupación han precisado que se les devolverá a Siria, según ha informado el diario “Haaretz”.

Siria y la entidad israelí que ocupa Palestina están en guerra, en 1973 los militares israelíes ocuparon los Altos del Golán. Desde entonces, la ONU mantiene desplegada en la zona la Fuerza Observadora en los Altos del Golán (UNDOF) para evitar posibles enfrentamientos.


No es la primera vez que se produce este hecho, la semana pasada, cuatro rebeldes sirios fueron tratados por heridas, incluidos dos a los que se les ingresó en un hospital cercano, aunque después fueron devueltos a Siria. En febrero, siete sirios también fueron curados, uno de ellos de extrema gravedad, aunque posteriormente fueron trasladados a un lugar no revelado por su “propia seguridad".