Internacional
Una tonelada de explosivos incautados en la frontera iraquí
Tenían como destino a los grupos terroristas en Siria
Las fuerzas de seguridad de Irak se han incautado este martes una tonelada de explosivos y 178 armas que iban a ser introducidas en Siria a través de la frontera y que tenían como destino a los grupos opositores armados sirios.
Un total de tres personas han sido arrestadas en el marco de la operación, que ha tenido lugar cerca del puesto fronterizo de Rabia, ubicado en la provincia de Nínive, según ha informado la agencia iraquí de noticias NINA.
La semana pasada, la Policía fronteriza iraquí puso en marcha "medidas de seguridad estrictas" en la frontera con Siria en los puestos fronterizos de Tenef y Walid, ubicados en la provincia de Anbar (oeste), para evitar la infiltración de hombres armados.
En las últimas semanas, el Gobierno iraquí ha visto con creciente preocupación la expansión del conflicto en Siria a través de la frontera con varios enfrentamientos armados.
Una de las principales preocupaciones derivadas del conflicto en Siria para Bagdad es la presencia en el país del Frente al-Nusra, una organización vinculada con Al-Qaeda que ya ha sido incluida por Estados Unidos en su lista de organizaciones terroristas.
En febrero, el ministro de Transportes iraquí, Hadi al-Amiri, manifestó que el supuesto apoyo prestado por los gobiernos de Turquía y Qatar a grupos terroristas que combaten contra las fuerzas del presidente sirio, Bashar al-Assad, supone "una declaración de acción armada contra Iraq".
"Esas armas llegarán a los pechos iraquíes. Usar las milicias es un gran error. Si nosotros (los chiíes) formamos milicias y ellos (los suníes) forman milicias, Iraq estará perdido", manifestó Al-Amiri.
A principios de marzo, Al-Qaeda Iraquí ejecutó un ataque armado contra un convoy en Anbar en el que murieron al menos 40 militares y funcionarios sirios y varios soldados iraquíes. Menos de 24 horas después del ataque, el Ejército iraquí lanzó un "ataque a gran escala" contra posiciones de la organización terrorista en la provincia.
Apenas unos días después, al menos 25 personas murieron en una serie de atentados registrados cerca de la Zona Verde de Bagdad, un sector fuertemente protegido de la capital iraquí que alberga embajadas y edificios institucionales. La autoría de los ataques fue reclamada posteriormente por Al-Qaeda.