La calma ha vuelto a las calles de la ciudad de Trípoli después de que el Ejército libanés impusiera un forzoso alto de fuego al interrumpir en la línea de confrontación y controlar la zona que separa los lados en enfrentamiento armado.

Mientras tanto, un nuevo foco de tensión se generó en las aldeas del norte de Beqaa tras conocerse la noticia del secuestro de Husein Yafar.


Trípoli recupera la calma

Las fuerzas armadas intensificaron su presencia en Trípoli, en especial en los barrios de Bab el Tebaneh y de Yabal Mohsen, y han continuado la aplicación de un nuevo plan de seguridad más severo, ya que respondían a las fuentes de fuego directamente utilizando armas pesadas, y perseguían a los milicianos armados dentro de las callejuelas oscuras de la ciudad y a los francotiradores en los tejados.

Coincidiendo con el despliegue militar de las unidades del ejército, se advertía a los “armados” de retirarse inmediatamente.

Secuestro mutuo en el norte de Beqaa

Husein Yafar  (35 años) ha sido secuestrado ayer domingo por un grupo armado cerca de la localidad de Arsal, ubicada en el valle de la Bekaa, región fronteriza con Siria. Un compañero de Yafar consiguió escapar de los secuestradores y notificó delsecuestro.


Los contactos gestionados por los familiares de Yafar con personalidades de Arsal, con el fin de lograr la liberación del secuestrado, no dieron fruto. Por lo tanto, varios jóvenes del clan Yafar secuestraron a cuatro personas de Arsal, uno de los cuales fue liberado anoche.

Según informaciones de fuentes de Arsal, el secuestro ha sido motivado por asuntos financieras. No obstante, los familiares de Husein han negado que debía dinero, afirmando que “el secuestro ocurrió cuando transportaba mercancía en las inmediaciones del pueblo, su teléfono móvil y su camioneta han sido abandonados en el lugar”.