Internacional
Siria acusa a Al-Qaeda del atentado en la mezquita Al-Iman
Quieren destruir los valores de tolerancia y moderación sobre los que se asienta el Islam
El Gobierno de Siria ha acusado a la organización terrorista Al-Qaeda y a "sus aliados" del atentado ejecutado durante la jornada del jueves en la mezquita Al-Iman en el centro de Damasco, que se ha saldado con al menos 42 muertos y 84 heridos. Entre los fallecidos está el Imam de la mezquita, Mohamed al-Buti.
En una carta enviada al Consejo de Seguridad de Naciones Unidas y al secretario general de la organización internacional, Ban Ki Moon, el Ministerio de Exteriores sirio ha destacado que el ataque "muestra el oscurantismo del pensamiento “takfiri” (que repudia el otro y le tacha de infiel) de los que buscan por todos los medios en Siria y en el resto del mundo destruir los valores de tolerancia y moderación sobre los que se asienta el Islam".
Asimismo, el Ministerio ha indicado que el atentado demuestra que "el pensamiento extremista no respeta los valores ni los santuarios", al tiempo que ha resaltado que el Gobierno sirio "está determinado a proteger al pueblo sirio de los actos terroristas de estos grupos", según ha informado la agencia estatal siria de noticias, SANA.
"El Gobierno sirio pide al Consejo de Seguridad que condene este crimen y mande un mensaje claro a los terroristas y a todas los actores que les entregan apoyo logístico, político y financiero para establecer que la comunidad internacional se mantiene firme en la lucha contra el terrorismo al margen de sus justificaciones", ha remachado.
Tras el atentado, el presidente sirio Al-Assad afirmó que el Gobierno "eliminará a los terroristas y purificará el país de su presencia", al tiempo que destacó que Al-Buti "expresó la verdadera voz del Islam (...) ante las fuerzas de la oscuridad y el extremismo".
| El Gobierno de Siria ha acusado a la organización terrorista Al-Qaeda y a "sus aliados" del atentado ejecutado durante la jornada del jueves en la mezquita Al-Iman en el centro de Damasco, que se ha saldado con al menos 42 muertos y 84 heridos. Entre los fallecidos está el Imam de la mezquita, Mohamed al-Buti.
En una carta enviada al Consejo de Seguridad de Naciones Unidas y al secretario general de la organización internacional, Ban Ki Moon, el Ministerio de Exteriores sirio ha destacado que el ataque "muestra el oscurantismo del pensamiento “takfiri” (que repudia el otro y le tacha de infiel) de los que buscan por todos los medios en Siria y en el resto del mundo destruir los valores de tolerancia y moderación sobre los que se asienta el Islam".
Asimismo, el Ministerio ha indicado que el atentado demuestra que "el pensamiento extremista no respeta los valores ni los santuarios", al tiempo que ha resaltado que el Gobierno sirio "está determinado a proteger al pueblo sirio de los actos terroristas de estos grupos", según ha informado la agencia estatal siria de noticias, SANA.
"El Gobierno sirio pide al Consejo de Seguridad que condene este crimen y mande un mensaje claro a los terroristas y a todas los actores que les entregan apoyo logístico, político y financiero para establecer que la comunidad internacional se mantiene firme en la lucha contra el terrorismo al margen de sus justificaciones", ha remachado.
Tras el atentado, el presidente sirio Al-Assad afirmó que el Gobierno "eliminará a los terroristas y purificará el país de su presencia", al tiempo que destacó que Al-Buti "expresó la verdadera voz del Islam (...) ante las fuerzas de la oscuridad y el extremismo".