Internacional
Gran Bretaña temía ir a la guerra por Malvinas
Buenos Aires sostiene que los isleños no tienen derecho a la autodeterminación
La ex primera ministra británica Margaret Thatcher dudó ir a una guerra con Argentina tras la recuperación legítima de la Islas Malvinas por el país suramericano.
El archivo personal de la ex primera ministra Margaret Thatcher demuestra que los principales dirigentes británicos le recomendaron ceder las islas a Argentina advirtiéndole que cualquier conflicto sería un grave error.
El gobernante Partido Conservador estaba profundamente dividido sobre la decisión de retomar el control de las islas Malvinas en 1982, exponen los documentos publicados por el Churchill College de la universidad británica de Cambridge.
Los expedientes recién salidos a la luz contienen citas de altos dirigentes conservadores donde exponían su escepticismo sobre la conveniencia de ir a un conflicto bélico.
Un parlamentario del partido gobernante comparó el costo político de la guerra por las islas con la fracasada intervención militar británica en el canal de Suez en 1956, argumentando que estaban "cometiendo un gran error que va a hacer que Suez se vea como algo de sentido común".
Otro legislador aconsejaba dejar que Argentina se quedara con las Malvinas con el menor alboroto posible, mientras que otros reflejan su temor diciendo que "nadie piense que vamos a luchar contra los argentinos. Debemos volar algunos barcos, pero más nada".
Algunos manuscritos de la propia Margaret Thatcher también muestran su ansiedad y recelo ante el conflicto así como su firme convicción colonialista, postura que intentaba justificar aludiendo la existencia de un gobierno de facto en Argentina.
El Reino Unido ocupó ilegalmente las islas Malvinas en 1833 y desde entonces se niega a abandonarlas. En los últimos años, Argentina ha llevado en repetidas ocasiones la cuestión de las Malvinas a los foros internacionales con el objetivo de demostrar su soberanía sobre la región.
Argentina reclama por vía diplomática la soberanía sobre el archipiélago austral, después de que en 1982 perdiera una guerra con el Reino Unido: 649 argentinos y 255 británicos resultaron muertos.
Buenos Aires sostiene que los isleños constituyen una población colonial "implantada" y que, por lo tanto, no tienen derecho a la autodeterminación.
| La ex primera ministra británica Margaret Thatcher dudó ir a una guerra con Argentina tras la recuperación legítima de la Islas Malvinas por el país suramericano.
El archivo personal de la ex primera ministra Margaret Thatcher demuestra que los principales dirigentes británicos le recomendaron ceder las islas a Argentina advirtiéndole que cualquier conflicto sería un grave error.
El gobernante Partido Conservador estaba profundamente dividido sobre la decisión de retomar el control de las islas Malvinas en 1982, exponen los documentos publicados por el Churchill College de la universidad británica de Cambridge.
Los expedientes recién salidos a la luz contienen citas de altos dirigentes conservadores donde exponían su escepticismo sobre la conveniencia de ir a un conflicto bélico.
Un parlamentario del partido gobernante comparó el costo político de la guerra por las islas con la fracasada intervención militar británica en el canal de Suez en 1956, argumentando que estaban "cometiendo un gran error que va a hacer que Suez se vea como algo de sentido común".
Otro legislador aconsejaba dejar que Argentina se quedara con las Malvinas con el menor alboroto posible, mientras que otros reflejan su temor diciendo que "nadie piense que vamos a luchar contra los argentinos. Debemos volar algunos barcos, pero más nada".
Algunos manuscritos de la propia Margaret Thatcher también muestran su ansiedad y recelo ante el conflicto así como su firme convicción colonialista, postura que intentaba justificar aludiendo la existencia de un gobierno de facto en Argentina.
El Reino Unido ocupó ilegalmente las islas Malvinas en 1833 y desde entonces se niega a abandonarlas. En los últimos años, Argentina ha llevado en repetidas ocasiones la cuestión de las Malvinas a los foros internacionales con el objetivo de demostrar su soberanía sobre la región.
Argentina reclama por vía diplomática la soberanía sobre el archipiélago austral, después de que en 1982 perdiera una guerra con el Reino Unido: 649 argentinos y 255 británicos resultaron muertos.
Buenos Aires sostiene que los isleños constituyen una población colonial "implantada" y que, por lo tanto, no tienen derecho a la autodeterminación.