Una gran explosión en una mezquita en la capital de Siria provocó el jueves la muerte al menos a 42 personas, entre ellos un importante Ulema musulmán, y causó heridas a 84 personas, y grandes daños materiales y destrozos dentro de la mezquita.

El atentado, provocado por un terrorista suicida, dentro de una mezquita ha causado un estado de horror por la brutalidad del crimen, y el significado simbólico del lugar del atentado siendo un templo de rezos, además de que el “objetivo” del atentado era un importante religioso conocido por su moderación, en especial en relación a los acontecimientos en Siria.  

“El Ulema fallecido, Sheij Mohamed Said al-Buti, predicaba dentro de la mezquita Al-Iman, en el centro de la capital siria, Damasco, y solía dar clases sobre la religión en la misma mezquita los jueves y lunes después del atardecer”, ha declarado una fuente de seguridad siria, y ha afirmado que “en la clase del jueves (ayer) había más de 150 fieles”.


El Gobierno sirio ha descrito el atentado de "cobarde y malicioso" y ha subrayado que "no quedará sin castigo". "Los que han perpetrado este acto serán pecadores hasta el día de la resurrección. Las enseñanzas de Al-Buti, su ciencia y su moral, serán la antorcha para las almas honestas que rechazan la humillación", ha remachado.

El presidente sirio condena el atentado y decreta un día de luto

El presidente de Siria, Bashar al-Assad, ha condenado el atentado y ha decretado una jornada de luto oficial por el fallecimiento del Ulema Mohamed al-Buti en el ataque terrorista.


A través de un comunicado recogido por la agencia estatal de noticias siria, SANA, el presidente ha destacado que Al-Buti "expresó la verdadera voz del Islam (...) ante las fuerzas de la oscuridad y el extremismo".

Así, ha dicho que la muerte de Al-Buti y la de su nieto, que se encontraba en la mezquita en el momento del atentado, así como la del resto de "mártires" del país "no será en vano". "Seguiremos su pensamiento para eliminar a los infieles y purificar el país de su presencia", ha agregado.


Por último, Al-Assad ha expresado sus condolencias a la familia de Al-Buti y del resto de fallecidos en el atentado y ha pedido a Dios que "abra sus brazos a los mártires y garantice paciencia a sus familias".