Internacional
Guerra en Malí
Francia utiliza uranio empobrecido en su ofensiva en el país africano
Según un informe revelado recientemente, las fuerzas francesas en la guerra contra Malí, utilizan armamentos prohibidos internacionalmente para combatir contra los grupos armados en el norte de este país.
Un grupo de combate activo en Malí conocido como Ansar ad-Din ha informado en un comunicado que los franceses utilizan armas con uranio empobrecido con un alto poder explosivo para bombardear las cuevas de las montañas Ifogas.
Envenenar una serie de pozos de agua en estas zonas montañosas y despertar la sed intensa entre estos grupos por el aumento de la temperatura de la región es otra de las atrocidades cometidas por los soldados franceses, se lee en el comunicado.
Un excomandante de Ansar ad-Din confirmando esta noticia declaró que esta medida es una nueva táctica para intensificar el cerco de cientos de hombres armados que han buscado refugio en las montañas Ifogas a raíz de la escalada de enfrentamientos en el norte del país africano.
El 11 de enero de 2013, Francia lanzó una guerra contra Malí, con la autorización de la Organización de Naciones Unidas (ONU), la luz verde de EE.UU. y el apoyo del Reino Unido, Alemania, Canadá y otros países europeos y árabes como los Emiratos Árabes Unidos (EAU).
La guerra comenzó con el pretexto de la lucha contra el terrorismo y el extremismo e impedir el avance de los grupos armados que habían tomado el control del norte de este país africano, cuando en realidad tiene por objetivo el afianzamiento en la región de las potencias colonialistas para explotar los recursos naturales de Malí.
Esta guerra se ha enfrentado con la oposición de la opinión pública y la crítica de los individuos y los partidos políticos, argumentando que la ofensiva francesa ha provocado una grave crisis humanitaria en las zonas del norte del país y ha desplazado a miles de personas que ahora se encuentran en condiciones deplorables.
Malí dispone de abundantes riquezas naturales, como oro y reservas de uranio; recursos que Francia y sus patrocinadores europeos pretenden adueñarse.
| Según un informe revelado recientemente, las fuerzas francesas en la guerra contra Malí, utilizan armamentos prohibidos internacionalmente para combatir contra los grupos armados en el norte de este país.
Un grupo de combate activo en Malí conocido como Ansar ad-Din ha informado en un comunicado que los franceses utilizan armas con uranio empobrecido con un alto poder explosivo para bombardear las cuevas de las montañas Ifogas.
Envenenar una serie de pozos de agua en estas zonas montañosas y despertar la sed intensa entre estos grupos por el aumento de la temperatura de la región es otra de las atrocidades cometidas por los soldados franceses, se lee en el comunicado.
Un excomandante de Ansar ad-Din confirmando esta noticia declaró que esta medida es una nueva táctica para intensificar el cerco de cientos de hombres armados que han buscado refugio en las montañas Ifogas a raíz de la escalada de enfrentamientos en el norte del país africano.
El 11 de enero de 2013, Francia lanzó una guerra contra Malí, con la autorización de la Organización de Naciones Unidas (ONU), la luz verde de EE.UU. y el apoyo del Reino Unido, Alemania, Canadá y otros países europeos y árabes como los Emiratos Árabes Unidos (EAU).
La guerra comenzó con el pretexto de la lucha contra el terrorismo y el extremismo e impedir el avance de los grupos armados que habían tomado el control del norte de este país africano, cuando en realidad tiene por objetivo el afianzamiento en la región de las potencias colonialistas para explotar los recursos naturales de Malí.
Esta guerra se ha enfrentado con la oposición de la opinión pública y la crítica de los individuos y los partidos políticos, argumentando que la ofensiva francesa ha provocado una grave crisis humanitaria en las zonas del norte del país y ha desplazado a miles de personas que ahora se encuentran en condiciones deplorables.
Malí dispone de abundantes riquezas naturales, como oro y reservas de uranio; recursos que Francia y sus patrocinadores europeos pretenden adueñarse.