Un tribunal egipcio confirmó el sábado la pena de muerte para 21 hinchas de fútbol por su participación en una revuelta en un estadio de Port Said el año pasado, un caso que ha desatado violentos enfrentamientos en la ciudad del canal de Suez, según informó Reuters.

Las muertes en el estadio se produjeron en febrero de 2012 al final de un partido entre el conjunto de El Cairo Al Ahly y el equipo local Al Masry, y han sido motivo de más protestas.
En una decisión televisada en directo, la corte también condenó a cinco personas a cadena perpetua por este episodio.

Poco después de conocerse la sentencia, grupos de manifestantes desamarraron lanchas usadas para apoyar a la navegación en el canal de Suez, aparentemente con la esperanza de que las embarcaciones interrumpieran el tráfico marítimo, según testigos.

La policía militar recuperó cinco de las lanchas y las devolvió a Port Said, pero dos aún estaban a la deriva, según dijo Reuters de un testigo.

Aproximadamente 2.000 manifestantes en Port Said habían impedido a los transbordadores de coches cruzar el canal, tras la confirmación de la pena de muerte.


En El Cairo, unos edificios de un club de la policía fueron incendiados en el centro de El Cairo. Un grupo de hinchas del club de fútbol Al Ahly de la capital, conocidos como los Ultras, invadió el complejo y le prendió fuego, afirmó un responsable de los servicios de seguridad

La tensión provocada por este juicio no hizo más que aumentar la inestabilidad en el país, inmerso en una caótica transición política dos años después de la caída de Hosni Mubarak y casi nueve meses después de la elección del presidente Mohamed Mursi, muy criticado por parte de la población.

El jefe de la policía antidisturbios de Egipto fue destituido por una huelga sin precedentes entre los policías, que denuncian la falta de medios y consideran que pagan el precio de los conflictos políticos.