Internacional
Corea del Norte abandona el pacto de no agresión con Seúl
ONU aprobó ayer un nuevo paquete de sanciones contra Corea del Norte
Las autoridades de Pyongyang abandonaron hoy los acuerdos de no agresión con Corea del Sur y cerraron la línea telefónica directa entre los dos países, informó la agencia oficial norcoreana KCNA, citando una declaración del Comité norcoreano para reunificación pacífica.
“Ante la situación en que los marionetas surcoreanos, en confabulación con EEUU, aspiran a atacarnos, pierden sentido los acuerdos entre el Norte y el Sur sobre no agresión, relativos al no empleo de las Fuerzas Armadas, a la prevención de enfrentamientos casuales, al arreglo pacífico de los conflictos y problemas fronterizos”, indica el documento, redactado por la entidad, encargada de las relaciones con Seúl.
Esta declaración fue emitida poco después de que el Consejo de Seguridad de la ONU endureciera las sanciones contra Pyongyang en respuesta a una prueba nuclear del 12 de febrero pasado.
Además, Corea del Norte considera que “hace tiempo ya perdió validez” la declaración conjunta con Seúl sobre la desnuclearización de la península de Corea.
El Consejo de Seguridad de la ONU aprobó ayer un nuevo paquete de sanciones contra Corea del Norte que efectuó el pasado 12 de febrero su tercera prueba nuclear desafiando a la comunidad internacional.
La resolución adoptada, ya la cuarta, permite embargar cuentas y transacciones bancarias del régimen norcoreano, inspeccionar aviones y embarcaciones, así como al personal diplomático, ante la sospecha de que transporten cargas o grandes sumas de liquidez destinadas al desarrollo del programa de misiles y nuclear de Corea del Norte.
También prohíbe el suministro de yates, coches de carrera y otros artículos de lujo a Corea del Norte.
La resolución obliga a los países miembros de la ONU a impedir la creación de entidades financieras conjuntas y la apertura de sucursales de bancos norcoreanos que puedan contribuir al desarrollo de armas de exterminio en masa.
Previamente a la votación en el Consejo de Seguridad, Pyongyang amenazó con anular el armisticio que puso fin a la guerra de 1950-53 en la península de Corea y subió el tono de su retórica contra Seúl y Washington, reivindicando en particular el derecho de realizar un ataque nuclear preventivo contra “la sede del agresor”.
| Las autoridades de Pyongyang abandonaron hoy los acuerdos de no agresión con Corea del Sur y cerraron la línea telefónica directa entre los dos países, informó la agencia oficial norcoreana KCNA, citando una declaración del Comité norcoreano para reunificación pacífica.
“Ante la situación en que los marionetas surcoreanos, en confabulación con EEUU, aspiran a atacarnos, pierden sentido los acuerdos entre el Norte y el Sur sobre no agresión, relativos al no empleo de las Fuerzas Armadas, a la prevención de enfrentamientos casuales, al arreglo pacífico de los conflictos y problemas fronterizos”, indica el documento, redactado por la entidad, encargada de las relaciones con Seúl.
Esta declaración fue emitida poco después de que el Consejo de Seguridad de la ONU endureciera las sanciones contra Pyongyang en respuesta a una prueba nuclear del 12 de febrero pasado.
Además, Corea del Norte considera que “hace tiempo ya perdió validez” la declaración conjunta con Seúl sobre la desnuclearización de la península de Corea.
El Consejo de Seguridad de la ONU aprobó ayer un nuevo paquete de sanciones contra Corea del Norte que efectuó el pasado 12 de febrero su tercera prueba nuclear desafiando a la comunidad internacional.
La resolución adoptada, ya la cuarta, permite embargar cuentas y transacciones bancarias del régimen norcoreano, inspeccionar aviones y embarcaciones, así como al personal diplomático, ante la sospecha de que transporten cargas o grandes sumas de liquidez destinadas al desarrollo del programa de misiles y nuclear de Corea del Norte.
También prohíbe el suministro de yates, coches de carrera y otros artículos de lujo a Corea del Norte.
La resolución obliga a los países miembros de la ONU a impedir la creación de entidades financieras conjuntas y la apertura de sucursales de bancos norcoreanos que puedan contribuir al desarrollo de armas de exterminio en masa.
Previamente a la votación en el Consejo de Seguridad, Pyongyang amenazó con anular el armisticio que puso fin a la guerra de 1950-53 en la península de Corea y subió el tono de su retórica contra Seúl y Washington, reivindicando en particular el derecho de realizar un ataque nuclear preventivo contra “la sede del agresor”.