Internacional
Biden subraya el "profundo compromiso" de EE.UU. con la entidad sionista
Netanyahu pide que EE.UU. emita "una amenaza militar clara" a Irán
El vicepresidente de EE.UU., Joe Biden, subrayó ayer lunes el "profundo compromiso" de Estados Unidos con “Israel” y alertó ante un "intento aparentemente coordinado para deslegitimar" a esa entidad.
"Las circunstancias (en la región) pueden haber cambiado, pero hay algo, nuestro profundo compromiso con “Israel”, que no ha cambiado y que nunca cambiará mientras estemos en el Gobierno", dijo ante el principal grupo proisraelí en Washington, el Comité Estadounidense de Asuntos Públicos de “Israel”.
Además, Biden aseguró en su discurso que "ningún presidente ha hecho tanto para asegurar físicamente la entidad de “Israel” como Barack Obama".
Por su parte, el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, pidió que EE.UU. emita "una amenaza militar clara" a Irán, ante la insistencia del vicepresidente estadounidense, Joe Biden, por agotar la vía diplomática para garantizar el respaldo internacional en caso de intervención.
Netanyahu advirtió después en una intervención vía satélite que es hora de aceptar que "la diplomacia no ha funcionado", y que Irán la utiliza para "agotar el tiempo en el reloj" hasta completar su supuesto objetivo atómico.
"Las palabras por sí solas no detendrán a Irán. Las sanciones por sí solas no detendrán a Irán. Es necesario combinar las sanciones con una amenaza militar clara y creíble", señaló Netanyahu.
El gobernante israelí calculó que Irán "aún no ha cruzado la línea roja" que él marcó en un diagrama durante su discurso ante la Asamblea General de la ONU en septiembre, con el que ilustraba su convicción de que Teherán podría tener suficiente uranio enriquecido para lograr un arma nuclear antes de mediados de 2013.
"Pero se está acercando; se está poniendo en posición de cruzar esa línea roja muy rápido. No podemos permitirlo. Debemos parar su programa nuclear antes de que sea demasiado tarde", insistió.
Netanyahu indicó por primera vez a principios de 2012 que se planteaba un posible ataque preventivo contra las instalaciones nucleares iraníes en los meses siguientes, una idea a la que la administración de Obama se ha opuesto desde entonces, al considerar que suscitaría peligrosas represalias en el mundo musulmán.