Tras el rechazo del ex jefe de gobierno tunecino Hammadi Ybali a la propuesta del presidente de la República de designarle de nuevo en su antiguo puesto, el partido An-Nahdha, tras una reunión de su consejo de “Chura”, decidió designar a Ali Larayedh, ex ministro de interior como nuevo jefe de gobierno.


Ayer por la tarde, el nuevo jefe de gobierno recibió la carta de su asignación para la formación de un nuevo gobierno por el presidente de la República. Tras la asignación, Larayed dirigió una palabra al pueblo tunecino en la que subrayó el peso de la responsabilidad en la que se vio metido, también, expresó la esperanza de encontrar aceptación entre todas las diversas categorías de los tunecinos.

El presidente del nuevo gobierno insistió en que el país necesita, en este momento crítico, los esfuerzos de todas las partes para alcanzar las metas de la revolución, la estabilidad, el desarrollo y la democratización, y declaró que iba a iniciar las consultas para formar un nuevo gobierno, que será un gobierno de todos los tunecinos.

El director del gabinete del presidente y vice-secretario general del partido el Congreso para la República Imad Daimi, declaró el viernes, en un comunicado de prensa, que la composición del nuevo gobierno será anunciada el próximo miércoles 27 del mes en curso.


Lo que llama la atención es la reacción neutra de los partidos de oposición frente a la designación de Larayed a la cabeza del nuevo gobierno. Los mismos partidos llamaron siempre al cese del ex ministro de interior por la crisis de la situación de seguridad que conoció el país durante el periodo de su funcionamiento: la infiltración de los grupos armados al país con grandes cantidades de armas, la violencia extrema empleada en dispersar las manifestaciones -especialmente los acontecimientos de Seliana-, la muerte de gran número de ciudadanos a causa de la violencia extrema y de varios miembros de las fuerzas de seguridad y de la policía nacionales, y finalmente, el asesinato político organizado de Chokri Belaid.

Frente a todo este panorama, gran número de la población tunecina vio una provocación por parte del gobierno en esta designación y vista la neutralidad de los partidos de la oposición, una base importante de la opinión pública retiró su confianza de los partidos políticos y llamó a una manifestación independiente de toda corriente o ideología política o partidista hoy sábado a las 14 horas en la avenida principal.