Internacional
Sobre el estatus del Azawad
El MNLA pide abrir un proceso de negociaciones con el Gobierno de Malí
El Movimiento Nacional de Liberación del Azawad (MNLA) ha solicitado este miércoles la apertura “inmediata” de un proceso de negociaciones con el Gobierno de Malí para “fijas las condiciones del ejercicio de la autoridad, la administración y el desarrollo” en el Azawad, tras el repliegue de los grupos armados presentes en la zona.
La formación tuareg ha pedido a través de un comunicado que “se designe a un negociador neutro, internacionalmente reconocido y acordado por ambas partes”, al tiempo que ha pedido que Francia, Estados Unidos, Naciones Unidas, la Unión Europea (UE), la Unión Africana (UA) y la Organización para la Cooperación Islámica (OCI) participen como observadores.
Asimismo, ha recalcado “la existencia del Azawad como una entidad” y, en este sentido, ha dicho que “la población del Azawad se adhirió de forma voluntaria a Malí tras su independencia, siempre a partir del respeto de su cultura y su dignidad”.
“Teniendo en cuenta la pobreza, el abandono y el desprecio que contra las poblaciones del Azawad por parte del Gobierno de Malí, el MNLA pide que se pongan en marcha servicios sanitarios, se permita el acceso al agua potable y la electricidad, se satisfagan las necesidades urgentes en materia de alimentación y se reabran los centros escolares”, ha apuntado.
Así, la formación tuareg ha denunciado las condiciones de vida “degradantes de las poblaciones refugiadas y desplazadas y ha pedido que se pongan en marcha todas las medidas necesarias”, “para permitir su regreso rápido a sus hogares”.
Por otra parte, ha recalcado su compromiso en la lucha contra el terrorismo y ha resaltado que “no aceptará ninguna presencia militar maliense” en las zonas bajo su control antes del fin de las negociaciones con Bamako. “El MNLA da prioridad a una solución política a la cuestión del Azawad”, ha argumentado.
Por último, ha denunciado ante la comunidad internacional los “múltiples abusos” cometidos por el Ejército en las zonas ocupadas en el marco de la ofensiva militar contra los grupos armados que se hicieron con el control de la región tras el éxito del levantamiento del MNLA en abril de 2012.
La reentrada del Ejército de Malí en el Azawad plantea un problema para el MNLA, cuyo principal rival son precisamente las Fuerzas Armadas del país africano, ante la posibilidad de que, aupado por las tropas francesas, Bamako deje morir sus reivindicaciones territoriales y se vuelva al “status quo” existente en enero de 2012, justo antes de que lanzara su ofensiva para hacerse con el control de la región, algo que consiguió en marzo, tras lo que declaró la independencia del territorio.
A pesar de la declaración de independencia del MNLA, ni Malí ni la comunidad internacional reconocieron el paso dado por el grupo tuareg. Los tuareg han protagonizado varios levantamientos para conseguir que se reconozca la autonomía de dicho pueblo o la creación de un país propio en la región.
A principios de enero, estos grupos comenzaron a avanzar hacia la línea de demarcación en la región de Mopti, mientras que varias unidades de los grupos presentes en la zona se desplegaron al sur de Tombuctú, ciudad que ya está bajo control del Gobierno central gracias a la operación militar lanzada con el respaldo de París.
Este avance provocó que Francia decidiera lanzar una operación militar en respuesta a la petición de ayuda militar formulada por las autoridades malienses. Desde entonces, los grupos armados se han retirado sin prácticamente presentar batalla, si bien la zona no está todavía controlada por las autoridades.
| El Movimiento Nacional de Liberación del Azawad (MNLA) ha solicitado este miércoles la apertura “inmediata” de un proceso de negociaciones con el Gobierno de Malí para “fijas las condiciones del ejercicio de la autoridad, la administración y el desarrollo” en el Azawad, tras el repliegue de los grupos armados presentes en la zona.
La formación tuareg ha pedido a través de un comunicado que “se designe a un negociador neutro, internacionalmente reconocido y acordado por ambas partes”, al tiempo que ha pedido que Francia, Estados Unidos, Naciones Unidas, la Unión Europea (UE), la Unión Africana (UA) y la Organización para la Cooperación Islámica (OCI) participen como observadores.
Asimismo, ha recalcado “la existencia del Azawad como una entidad” y, en este sentido, ha dicho que “la población del Azawad se adhirió de forma voluntaria a Malí tras su independencia, siempre a partir del respeto de su cultura y su dignidad”.
“Teniendo en cuenta la pobreza, el abandono y el desprecio que contra las poblaciones del Azawad por parte del Gobierno de Malí, el MNLA pide que se pongan en marcha servicios sanitarios, se permita el acceso al agua potable y la electricidad, se satisfagan las necesidades urgentes en materia de alimentación y se reabran los centros escolares”, ha apuntado.
Así, la formación tuareg ha denunciado las condiciones de vida “degradantes de las poblaciones refugiadas y desplazadas y ha pedido que se pongan en marcha todas las medidas necesarias”, “para permitir su regreso rápido a sus hogares”.
Por otra parte, ha recalcado su compromiso en la lucha contra el terrorismo y ha resaltado que “no aceptará ninguna presencia militar maliense” en las zonas bajo su control antes del fin de las negociaciones con Bamako. “El MNLA da prioridad a una solución política a la cuestión del Azawad”, ha argumentado.
Por último, ha denunciado ante la comunidad internacional los “múltiples abusos” cometidos por el Ejército en las zonas ocupadas en el marco de la ofensiva militar contra los grupos armados que se hicieron con el control de la región tras el éxito del levantamiento del MNLA en abril de 2012.
La reentrada del Ejército de Malí en el Azawad plantea un problema para el MNLA, cuyo principal rival son precisamente las Fuerzas Armadas del país africano, ante la posibilidad de que, aupado por las tropas francesas, Bamako deje morir sus reivindicaciones territoriales y se vuelva al “status quo” existente en enero de 2012, justo antes de que lanzara su ofensiva para hacerse con el control de la región, algo que consiguió en marzo, tras lo que declaró la independencia del territorio.
A pesar de la declaración de independencia del MNLA, ni Malí ni la comunidad internacional reconocieron el paso dado por el grupo tuareg. Los tuareg han protagonizado varios levantamientos para conseguir que se reconozca la autonomía de dicho pueblo o la creación de un país propio en la región.
A principios de enero, estos grupos comenzaron a avanzar hacia la línea de demarcación en la región de Mopti, mientras que varias unidades de los grupos presentes en la zona se desplegaron al sur de Tombuctú, ciudad que ya está bajo control del Gobierno central gracias a la operación militar lanzada con el respaldo de París.
Este avance provocó que Francia decidiera lanzar una operación militar en respuesta a la petición de ayuda militar formulada por las autoridades malienses. Desde entonces, los grupos armados se han retirado sin prácticamente presentar batalla, si bien la zona no está todavía controlada por las autoridades.