Especial Alintiqad - Yosra Barhoumi

El jefe de gobierno libio, Ali Zayden, Declaró ayer en una conferencia, que su país va a cerrar sus fronteras con Túnez y Egipto durante cuatro días: desde el 14 hasta el 18 del mes en curso, durante la celebración del segundo aniversario de la revolución que puso fin a la dictadura de Maamar Gadafi.


Esta medida momentánea viene en el contexto de una serie de medidas preventivas de seguridad contra cualquier posible actuación de violencia que pueda organizar las milicias armadas durante las celebraciones. Asimismo, habrán severas preparaciones preventivas en los aeropuertos con la anulación de todos los vuelos internacionales excepto en los aeropuertos de la capital Trípoli y de la ciudad de Benghazi hasta el fin de las celebraciones.


Las fuerzas de seguridad, con la colaboración de milicias aliadas al ministerio del interior, organizan puntos de control en las carreteras principales de la capital Trípoli y de la ciudad oriental Benghazi.

Mientras tanto, los libios, especialmente en el norte del país, llaman a organizar manifestaciones, el 15 de febrero, y incluso llaman a una segunda revolución frente a la incapacidad del nuevo gobierno de garantizar la seguridad en el país, de quitar las armas a las milicias, además de no redactar la nueva constitución.