Los restos del poeta chileno Pablo Neruda, fallecido el 23 de septiembre de 1973, diez días después del golpe de Estado de Augusto Pinochet, serán exhumados en las próximas semanas, según ha determinado el juez Mario Carroza que en 2011 abrió una investigación judicial para esclarecer las circunstancias de la muerte del Premio Nobel de Literatura.

La noticia ha sido confirmada por la Fundación Pablo Neruda a través de un comunicado: “La Fundación ha expresado en todo momento su voluntad de colaborar con la investigación que lleva el ministro Carroza y confía plenamente en que la pericia se llevará a cabo con el mayor respeto y cuidado posible. Espera, asimismo, que el examen contribuya a aclarar las dudas que pudieran existir respecto de la muerte del poeta”.


Los restos de Neruda se encuentran enterrados desde 1992 en su casa de la localidad de Isla Negra, ubicada en el litoral central chileno, unos 120 km al oeste de Santiago, junto a los de su esposa Matilde Urrutia, tal como era el deseo del bardo. En ese lugar, Neruda vivió sus últimos días y hoy es un museo en honor a su memoria y donde se exhiben sus pertenencias.

En el comunicado se informó que el proceso a seguir durante la exhumación se determinó en una reunión con el director del Servicio Médico Legal (SML), Patricio Bustos, y la fecha en que se realizarán las pericias se determinarán en marzo próximo.

La historia oficial indicó durante casi cuatro décadas que el intelectual comunista había fallecido de cáncer de próstata, pocos días después del derrocamiento del Presidente Salvador Allende. En mayo de 2011, sin embargo, la revista mexicana Proceso entrevistó a Manuel Araya Osorio, chófer personal del poeta durante sus últimos meses de vida, que denunció que Neruda había sido asesinado.

El chófer y colaborador de Neruda, Manuel Araya, dijo que el poeta fue envenenado por agentes de la dictadura de Pinochet, cuando se hallaba internado en una clínica de Santiago a causa de un cáncer, según relató después de 40 años de cometido el hecho.


Araya narró que Neruda se sintió mal a causa de un cáncer de próstata que sufría, por lo cual fue trasladado desde su casa en isla Negra a la clínica Santa María, en Santiago. En el hospital, el poeta podría haber sido envenenado con una inyección letal mientras se hallaba internado, por agentes del régimen militar.

En su relato, Araya, de 65 años, afirmó de que Pinochet mandó a matar a Neruda para evitar que viajara a México, país desde el cual podía convertirse en un férreo opositor a su régimen. Neruda murió el 23 de septiembre de 1973, 12 días después del golpe militar que instauró la dictadura de Pinochet que duró 17 años, hasta 1990.