Internacional
Nueva medida para frenar violencia las cárceles del sur de Brasil
Cardozo: Todavía no se puede informar de los nombres de quienes podrían ser transferidos
En Brasil, las cárceles federales han destinado 300 plazas para albergar a prisioneros del estado sureño de Santa Catarina.
Esta medida fue tomada para disminuir la intensidad de las violencias en este estado, donde continúan los ataques organizados, perpetrados por grupos criminales, que ya dejaron un muerto.
El ministro brasileño de Justicia, José Eduardo Cardozo, además de dar a conocer la nueva decisión, agregó el miércoles que todavía no se puede informar del número exacto o de los nombres de quienes podrían ser transferidos.
“Sólo hay que decir que los cupos están disponibles. Hay 300 abiertos”, destacó Cardozo tras reunirse con el gobernador del mencionado estado, Raimundo Colombo.
De acuerdo con las autoridades brasileñas, desde finales de la semana pasada empezó un estallido de violencia con unos 60 ataques criminales, hasta la fecha, como la quema de autobuses o balaceras contra estaciones de policía en una veintena de municipios.
Los funcionarios afirmaron que dichos ataques fueron perpetrados y coordinados desde el interior de varias prisiones como señal de protesta contra el traslado de presos y los supuestos malos tratos que reciben en varias cárceles de Santa Catarina, fronterizo con Argentina.
Los medios de comunicación brasileños junto con algunos analistas consideran esta ola de violencia como un nuevo episodio de la guerra no declarada entre la policía militar del estado y el grupo criminal Primer Grupo de la Capital (PGC), cuyos líderes operan desde la cárcel.
El traslado de los presos de estos centros de detención representa una mayor peligrosidad desde cárceles locales a otras federales.
| En Brasil, las cárceles federales han destinado 300 plazas para albergar a prisioneros del estado sureño de Santa Catarina.
Esta medida fue tomada para disminuir la intensidad de las violencias en este estado, donde continúan los ataques organizados, perpetrados por grupos criminales, que ya dejaron un muerto.
El ministro brasileño de Justicia, José Eduardo Cardozo, además de dar a conocer la nueva decisión, agregó el miércoles que todavía no se puede informar del número exacto o de los nombres de quienes podrían ser transferidos.
“Sólo hay que decir que los cupos están disponibles. Hay 300 abiertos”, destacó Cardozo tras reunirse con el gobernador del mencionado estado, Raimundo Colombo.
De acuerdo con las autoridades brasileñas, desde finales de la semana pasada empezó un estallido de violencia con unos 60 ataques criminales, hasta la fecha, como la quema de autobuses o balaceras contra estaciones de policía en una veintena de municipios.
Los funcionarios afirmaron que dichos ataques fueron perpetrados y coordinados desde el interior de varias prisiones como señal de protesta contra el traslado de presos y los supuestos malos tratos que reciben en varias cárceles de Santa Catarina, fronterizo con Argentina.
Los medios de comunicación brasileños junto con algunos analistas consideran esta ola de violencia como un nuevo episodio de la guerra no declarada entre la policía militar del estado y el grupo criminal Primer Grupo de la Capital (PGC), cuyos líderes operan desde la cárcel.
El traslado de los presos de estos centros de detención representa una mayor peligrosidad desde cárceles locales a otras federales.