Internacional
Japón transmite una contundente protesta al embajador chino en Tokio
Las patrullas chinas permanecieron cerca de 14 horas en aguas de las Senkaku
El Ministerio nipón de Exteriores convocó hoy al embajador chino en Tokio para protestar por una nueva intrusión ayer de embarcaciones chinas en aguas de las islas Senkaku/Diaoyu, cuya soberanía reclama Pekín, según informó la cancillería.
Por su parte, el ministro portavoz, Yoshihide Suga, lamentó la entrada de barcos chinos en aguas de las disputadas islas, al tiempo que confirmó que el embajador chino en Tokio, Cheng Yonghua, fue hoy convocado a la cancillería por el viceministro de Exteriores, Akitaka Saiki, que le transmitió una "contundente protesta".
"Es extremadamente lamentable y no se puede aceptar de ninguna manera que los barcos hayan permanecido durante un largo periodo de tiempo en aguas japonesas", detalló Suga en declaraciones recogidas por la agencia Kyodo.
Ayer dos patrulleras de vigilancia china entraron en las aguas disputadas, administradas de facto por Japón, lo que provocó una protesta de Tokio, que lo consideró una intrusión en su territorio.
Las embarcaciones, que permanecieron en aguas de las Senkaku durante cerca de 14 horas, desoyeron las advertencias del servicio de Guardacostas japonés.
Tras el suceso, el Gobierno japonés decidió ayer reforzar la comunicación entre la oficina del primer ministro, Shinzo Abe, y el centro de enlace encargado desde 2010 de observar los movimientos marítimos y aéreos en torno a las disputadas islas.
La de ayer fue la vigésimo quinta ocasión en la que barcos chinos entran en aguas de las Senkaku desde que en septiembre Japón compró tres de las cinco islas del deshabitado archipiélago, situado en el Mar de China Oriental y de apenas 7 kilómetros de extensión.
Se cree además que la zona en la que se encuentran las islas, cuya soberanía también reclama Taiwán (que las llama Tiaoyutai), podría albergar importantes reservas de hidrocarburos.
Desde entonces, el conflicto ha provocado que las relaciones entre la primera y la segunda economía de Asia se hayan deteriorado, lo que ha afectado también a los intereses económicos de Japón en China, su primer socio comercial, y provocado manifestaciones anti-japonesas.
| El Ministerio nipón de Exteriores convocó hoy al embajador chino en Tokio para protestar por una nueva intrusión ayer de embarcaciones chinas en aguas de las islas Senkaku/Diaoyu, cuya soberanía reclama Pekín, según informó la cancillería.
Por su parte, el ministro portavoz, Yoshihide Suga, lamentó la entrada de barcos chinos en aguas de las disputadas islas, al tiempo que confirmó que el embajador chino en Tokio, Cheng Yonghua, fue hoy convocado a la cancillería por el viceministro de Exteriores, Akitaka Saiki, que le transmitió una "contundente protesta".
"Es extremadamente lamentable y no se puede aceptar de ninguna manera que los barcos hayan permanecido durante un largo periodo de tiempo en aguas japonesas", detalló Suga en declaraciones recogidas por la agencia Kyodo.
Ayer dos patrulleras de vigilancia china entraron en las aguas disputadas, administradas de facto por Japón, lo que provocó una protesta de Tokio, que lo consideró una intrusión en su territorio.
Las embarcaciones, que permanecieron en aguas de las Senkaku durante cerca de 14 horas, desoyeron las advertencias del servicio de Guardacostas japonés.
Tras el suceso, el Gobierno japonés decidió ayer reforzar la comunicación entre la oficina del primer ministro, Shinzo Abe, y el centro de enlace encargado desde 2010 de observar los movimientos marítimos y aéreos en torno a las disputadas islas.
La de ayer fue la vigésimo quinta ocasión en la que barcos chinos entran en aguas de las Senkaku desde que en septiembre Japón compró tres de las cinco islas del deshabitado archipiélago, situado en el Mar de China Oriental y de apenas 7 kilómetros de extensión.
Se cree además que la zona en la que se encuentran las islas, cuya soberanía también reclama Taiwán (que las llama Tiaoyutai), podría albergar importantes reservas de hidrocarburos.
Desde entonces, el conflicto ha provocado que las relaciones entre la primera y la segunda economía de Asia se hayan deteriorado, lo que ha afectado también a los intereses económicos de Japón en China, su primer socio comercial, y provocado manifestaciones anti-japonesas.