Internacional
Lavrov “La OTAN todavía quiere explotar la imagen de Rusia como enemigo y amenaza”
Lavrov: el terrorismo no se puede justificar para derrocar regímenes legítimos
La OTAN todavía tiende a explotar la antigua fórmula de la amenaza soviética y promover la imagen de Rusia como enemigo, ha destacado el ministro ruso de Exteriores, Serguéi Lavrov.
En su discurso de este sábado en los espacios de la Conferencia de Seguridad de Múnich, el canciller ruso subrayó que la Alianza debe concretar en qué operaciones alrededor del globo está participando. Puntualizó que, a pesar de la crisis financiera, las actividades militares en el centro y el norte de Europa se intensifican, como si en estas regiones crecieran las amenazas a la seguridad.
Al mismo tiempo, precisó que Moscú y la OTAN no se consideran uno a otro como enemigos. Acentuó que si las principales economías del mundo pueden coordinar sus esfuerzos para hacer frente a la crisis financiera, se podría hacer lo mismo en la política.
La Conferencia de Seguridad que se está celebrando estos días en Múnich (Alemania) sirve de escenario para una serie de encuentros dedicados a la guerra siria, el conflicto en Mali y las relaciones con Irán.
“La falta de voluntad para escuchar a todas las partes llevó a la violencia que está ocurriendo en Siria”, destacó Lavrov en respuesta al comentario anterior del vicepresidente estadounidense, Joseph Biden. Biden insistió ante los periodistas minutos antes en que el mandatario sirio, Bashar Assad, debe irse y que llegó la hora de que todo el mundo lo entienda. En su discurso destacó, además, que Washington sigue teniendo serias divergencias con Rusia acerca de los temas vigentes de la seguridad internacional, como Siria, pero ve potencial para una colaboración fructífera.
El canciller ruso advirtió contra soluciones militares por parte de la comunidad internacional para los conflictos que surgen en torno a la denominada Primavera Árabe. “Si estamos interesados en acciones coordinadas para el bien común, hace falta ver la realidad tal y como es. Una intervención militar, ya lo hemos visto hace poco, desemboca en un caos en las relaciones internacionales y causa olas de inestabilidad de las cuales nadie puede salvarse”, puntualizó.
Según Lavrov, la situación actual en Siria no aumenta los temores sobre las armas químicas. Insistió en que mientras el Gobierno de Bashar Assad controle estos arsenales, no hay amenaza de que sean usados, aunque destacó lo peligroso que es el riesgo de que caigan en manos de los rebeldes.
Durante la Conferencia de Seguridad Lavrov se reunió por primera vez con el líder de la Coalición Nacional para las Fuerzas de la Oposición y la Revolución siria, Ahmad Mouaz Al-Khatib Al-Hasan, y le invitó a Moscú para futuras negociaciones.
En cuanto al programa nuclear iraní, Lavrov ha destacado que Moscú tampoco aceptará una solución militar. Joe Biden, a su vez, aseguró que Washington está dispuesto a continuar las negociaciones con Teherán: insistió en que hay “tiempo y posibilidades para la diplomacia”, pero una diplomacia “con presión”.
| La OTAN todavía tiende a explotar la antigua fórmula de la amenaza soviética y promover la imagen de Rusia como enemigo, ha destacado el ministro ruso de Exteriores, Serguéi Lavrov.
En su discurso de este sábado en los espacios de la Conferencia de Seguridad de Múnich, el canciller ruso subrayó que la Alianza debe concretar en qué operaciones alrededor del globo está participando. Puntualizó que, a pesar de la crisis financiera, las actividades militares en el centro y el norte de Europa se intensifican, como si en estas regiones crecieran las amenazas a la seguridad.
Al mismo tiempo, precisó que Moscú y la OTAN no se consideran uno a otro como enemigos. Acentuó que si las principales economías del mundo pueden coordinar sus esfuerzos para hacer frente a la crisis financiera, se podría hacer lo mismo en la política.
La Conferencia de Seguridad que se está celebrando estos días en Múnich (Alemania) sirve de escenario para una serie de encuentros dedicados a la guerra siria, el conflicto en Mali y las relaciones con Irán.
“La falta de voluntad para escuchar a todas las partes llevó a la violencia que está ocurriendo en Siria”, destacó Lavrov en respuesta al comentario anterior del vicepresidente estadounidense, Joseph Biden. Biden insistió ante los periodistas minutos antes en que el mandatario sirio, Bashar Assad, debe irse y que llegó la hora de que todo el mundo lo entienda. En su discurso destacó, además, que Washington sigue teniendo serias divergencias con Rusia acerca de los temas vigentes de la seguridad internacional, como Siria, pero ve potencial para una colaboración fructífera.
El canciller ruso advirtió contra soluciones militares por parte de la comunidad internacional para los conflictos que surgen en torno a la denominada Primavera Árabe. “Si estamos interesados en acciones coordinadas para el bien común, hace falta ver la realidad tal y como es. Una intervención militar, ya lo hemos visto hace poco, desemboca en un caos en las relaciones internacionales y causa olas de inestabilidad de las cuales nadie puede salvarse”, puntualizó.
Según Lavrov, la situación actual en Siria no aumenta los temores sobre las armas químicas. Insistió en que mientras el Gobierno de Bashar Assad controle estos arsenales, no hay amenaza de que sean usados, aunque destacó lo peligroso que es el riesgo de que caigan en manos de los rebeldes.
Durante la Conferencia de Seguridad Lavrov se reunió por primera vez con el líder de la Coalición Nacional para las Fuerzas de la Oposición y la Revolución siria, Ahmad Mouaz Al-Khatib Al-Hasan, y le invitó a Moscú para futuras negociaciones.
En cuanto al programa nuclear iraní, Lavrov ha destacado que Moscú tampoco aceptará una solución militar. Joe Biden, a su vez, aseguró que Washington está dispuesto a continuar las negociaciones con Teherán: insistió en que hay “tiempo y posibilidades para la diplomacia”, pero una diplomacia “con presión”.