La policía israelí desalojó a los palestinos y a los activistas internacionales que el viernes levantaron un campamento de tiendas en la denominada zona E1 de Cisjordania.


En plena noche, la policía y el Ejército israelí han sacado a la fuerza al más de un centenar de activistas palestinos acampados en “Bab el Shams”, el terreno cisjordano en el que la entidad sionista planea levantar una nueva colonia. El forzoso desalojo se produjo pese a que el Tribunal Supremo israelí había autorizado que el campamento permaneciera en el lugar al menos durante seis días.

“Unos 500 policías israelíes y de fronteras entraron en el campamento, a las 2.30 de madrugada, y expulsaron a unos 120 activistas, la operación duró cerca de una hora”, de acuerdo a declaraciones de activistas.

“Seis personas resultaron heridas en la operación”, durante la cual la policía “les golpeó en la cara”, según una de los activistas. Un comunicado emitido por los activistas considera que la expulsión es “ilegal, porque Bab al Shams se estableció en terrenos palestinos”. Y añade que piensan seguir adelante con la “lucha popular”.


Con la acampada, los manifestantes han querido protestar contra los nuevos proyectos colonizadores israelíes.

El primer ministro israelí Benjamín Netanyahu felicitó a las fuerzas de seguridad tras la expulsión de los palestinos y advirtió de que no piensa tolerar iniciativas como la de Bab el Shams.