Internacional
Un sargento del ejército colombiano acusado de masacre
El acto tuvo lugar en Puerto Unión en diciembre del 1992
Un sargento del ejército colombiano, recién liberado por las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), podría ser sentenciado a 36 años de cárcel por su posible participación en una masacre de campesinos hace dos décadas.
El sargento Pedro José Guarnizo Ovalle estuvo cinco años en cautiverio a manos de las FARC.
La esposa de un integrante de las FARC declaró el sábado que “el sargento participó en una masacre el 20 diciembre de 1992 en Puerto Unión, Meta, donde murieron los campesinos Gustavo Jaramillo, Leovigildo Castellanos, Dumar Castellanos y José Ignacio Gutiérrez, simpatizantes de la Unión Patriótica”.
Entre tanto, Carlos Guarnizo Rincón, abogado de Guarnizo Ovalle, rechazó la acusación y aseguró que las evidencias señalan que el sargento en ese momento estaba lejos del lugar donde ocurrió la masacre.
El abogado, en declaraciones a una radio colombiana, argumentó que Ovalle en aquel tiempo se encontraba en la base militar de Miraflores bajo tratamiento médico porque sufría de leishmaniasis.
La mujer que acusó al sargento, llamada, Elvia María Triana Sánchez, fue la esposa de un militante de las FARC, abatido por las fuerzas del Ejército colombiano.
| Un sargento del ejército colombiano, recién liberado por las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), podría ser sentenciado a 36 años de cárcel por su posible participación en una masacre de campesinos hace dos décadas.
El sargento Pedro José Guarnizo Ovalle estuvo cinco años en cautiverio a manos de las FARC.
La esposa de un integrante de las FARC declaró el sábado que “el sargento participó en una masacre el 20 diciembre de 1992 en Puerto Unión, Meta, donde murieron los campesinos Gustavo Jaramillo, Leovigildo Castellanos, Dumar Castellanos y José Ignacio Gutiérrez, simpatizantes de la Unión Patriótica”.
Entre tanto, Carlos Guarnizo Rincón, abogado de Guarnizo Ovalle, rechazó la acusación y aseguró que las evidencias señalan que el sargento en ese momento estaba lejos del lugar donde ocurrió la masacre.
El abogado, en declaraciones a una radio colombiana, argumentó que Ovalle en aquel tiempo se encontraba en la base militar de Miraflores bajo tratamiento médico porque sufría de leishmaniasis.
La mujer que acusó al sargento, llamada, Elvia María Triana Sánchez, fue la esposa de un militante de las FARC, abatido por las fuerzas del Ejército colombiano.