Internacional
Pakistán: Chiíes no entierran a 50 de sus muertos
Los ciudadanos de Queta bloquearon carreteras principales
Unos 3.500 chiíes de Pakistán protestaron hoy el sábado por segundo día consecutivo y bloquearon una carretera con decenas de ataúdes de familiares muertos en dos atentados, para exigir al gobierno mejores medidas de seguridad.
La policía en la ciudad de Quetta dijo con anterioridad que la protesta había concluido, pero el líder chií Ibrahim Hazara dijo que continuará hasta que los militares se hagan cargo de la ciudad y sea cesado el gobierno provincial.
Unos 50 ataúdes bloquearon la carretera cerca del lugar en el que los chiíes rezan en Quetta, la capital de la provincia sudoccidental de Beluchistán. Los chiíes condenaron las fallas de seguridad que hicieron posibles los dos atentados del jueves en un salón de billares, en el que murieron 86 personas.
"Mi hijo acudió a jugar a los billares, pero ahora me encuentro sentado junto a su cadáver. Quiero saber qué error cometió mi hijo, quién lo mató y por qué", dijo Begum Dilawar Shah.
Entre los muertos figuran policías, rescatistas y reporteros que acudieron al lugar tras el primer ataque, en una zona mayormente chií.
Mohsina Hissaini, que lloraba cerca de los ataúdes, dijo que uno de sus primos figuraba entre los que respondieron al primer ataque.
"Cada mes, nuestra gente muere en ataques armados o con bombas", indicó la mujer. "necesitamos seguridad".
El viernes, los chiíes colocaron a unos 50 de sus muertos en la calle, y advirtieron que no los enterrarán hasta que el gobierno mejore la seguridad. La ley islámica establece que los muertos deben ser enterrados lo antes posible.
Hazara dijo que su protesta continuará hasta que sean aceptadas sus demandas.
Mientras los chiíes siguen manifestándose, el primer ministro Raja Pervaiz Ashraf ordenó el sábado a las autoridades que otorguen poderes policiales a las fuerzas paramilitares en Quetta para mejorar el orden público.
La medida tiene como fin aceptar las demandas de los chiíes para que sea emplazada la tropa que garantice su protección. Conforme a la ley, solamente la policía puede detener a los delincuentes.
No fue aclarado qué poderes serían dados a las fuerzas paramilitares en Beluchistán.
| Unos 3.500 chiíes de Pakistán protestaron hoy el sábado por segundo día consecutivo y bloquearon una carretera con decenas de ataúdes de familiares muertos en dos atentados, para exigir al gobierno mejores medidas de seguridad.
La policía en la ciudad de Quetta dijo con anterioridad que la protesta había concluido, pero el líder chií Ibrahim Hazara dijo que continuará hasta que los militares se hagan cargo de la ciudad y sea cesado el gobierno provincial.
Unos 50 ataúdes bloquearon la carretera cerca del lugar en el que los chiíes rezan en Quetta, la capital de la provincia sudoccidental de Beluchistán. Los chiíes condenaron las fallas de seguridad que hicieron posibles los dos atentados del jueves en un salón de billares, en el que murieron 86 personas.
"Mi hijo acudió a jugar a los billares, pero ahora me encuentro sentado junto a su cadáver. Quiero saber qué error cometió mi hijo, quién lo mató y por qué", dijo Begum Dilawar Shah.
Entre los muertos figuran policías, rescatistas y reporteros que acudieron al lugar tras el primer ataque, en una zona mayormente chií.
Mohsina Hissaini, que lloraba cerca de los ataúdes, dijo que uno de sus primos figuraba entre los que respondieron al primer ataque.
"Cada mes, nuestra gente muere en ataques armados o con bombas", indicó la mujer. "necesitamos seguridad".
El viernes, los chiíes colocaron a unos 50 de sus muertos en la calle, y advirtieron que no los enterrarán hasta que el gobierno mejore la seguridad. La ley islámica establece que los muertos deben ser enterrados lo antes posible.
Hazara dijo que su protesta continuará hasta que sean aceptadas sus demandas.
Mientras los chiíes siguen manifestándose, el primer ministro Raja Pervaiz Ashraf ordenó el sábado a las autoridades que otorguen poderes policiales a las fuerzas paramilitares en Quetta para mejorar el orden público.
La medida tiene como fin aceptar las demandas de los chiíes para que sea emplazada la tropa que garantice su protección. Conforme a la ley, solamente la policía puede detener a los delincuentes.
No fue aclarado qué poderes serían dados a las fuerzas paramilitares en Beluchistán.