Internacional
El Ejército de Mali retoma Konna y los miembros “Takfiris” amenazan a Francia
Ha fallecido un piloto francés en la ofensiva en el país africano
El Ejército de Mali, respaldado por fuerzas extranjeras, ha logrado arrebatar a los “Takfiris” miembros del Qaeda el control de la ciudad de Konna, en el centro del país, pero éstos han amenazado a Francia, el principal aliado de Bamako, con "hacerle pagar" su apoyo.
Aprovechando las dudas de la comunidad internacional, los “Takfiris”, del Qaeda lanzaron el pasado jueves una ofensiva sorpresa contra Konna, tomando rápidamente el control de la región.
Se trata de la primera acción de este tipo por estos grupos desde que establecieron, en junio pasado, su hegemonía en el norte de Mali, un territorio de unos 850.000 kilómetros cuadrados. Pero su audacia fue rápidamente detenida por las fuerzas malienses, que, apoyadas por la aviación francesa, pararon el avance “Takfiris”, en un primer momento, y aniquilaron su resistencia.
El ministro francés de Defensa, Jean-Yves Le Drian, confirmó en una rueda de prensa en París que helicópteros de combate y cazas bombardearon objetivos móviles cerca de Konna anoche y esta madrugada, destruyendo varios vehículos todo terreno utilizados por las tropas del Qaeda.
"La ciudad de Konna está en manos de las Fuerzas Armadas de Mali", dijo el capitán Traore, en la localidad de Savare, cercana a Konna. El capitán añadió que, desde anoche, los militares malienses pasaron a la fase de "limpieza de las bolsas de resistencia".
Amadou Haya Sanogo, el jefe de los golpistas que depusieron, en marzo pasado, al presidente Amadou Toumani Toure, se desplazó en persona a Mopti, a unos 60 kilómetros de Konna, para supervisar las operaciones, dijeron fuentes militares en Kati, localidad en las afueras de Bamako que sirve de cuartel general a la junta.
La reacción de los “Takfiris” no se ha hecho esperar, tras sufrir lo que parece ser un serio revés a manos de las fuerzas malienses y francesas y retroceder varias decenas de kilómetros. "Francia y sus cómplices pagarán caro este ataque. La lucha continúa y ganaremos nosotros", dijo Sanda Ould Boumana, presente como el portavoz de los “Takfiris” y uno de los colaboradores más cercanos al jefe del grupo, Iyad Ag Ghali.
Ould Boumana aseguró que su grupo que ocupan el norte de Mali no temen a los aviones franceses porque tienen "fe en Dios". En estas últimas horas de conflicto, una tensa calma ha reinado en la capital, Bamako, donde las medidas de seguridad se han reforzado con el despliegue, más bien discreto, de varias decenas de militares franceses, oficialmente para "garantizar la seguridad de los residentes galos".
Los accesos a la ciudad, los puntos estratégicos y la sede de la televisión son, por su parte, bajo la estrecha vigilancia de militares malienses fuertemente armados. Los habitantes de la capital buscaban hoy incansablemente noticias del frente, mientras que en el hospital una multitud se agolpaba para informarse del nombre de los heridos evacuados a ese centro médico.
Los políticos locales, por su parte, se han mostrado únicamente satisfechos por el lanzamiento de la contraofensiva. "Es bueno y hay que reconocer que sin el apoyo de Francia la situación se habría complicado muchísimo. Ahora hace falta seguir con la operación y acelerar el ritmo", indicó Tiebilen Drame, representante del Partido para el Reconocimiento Nacional (Parena).
Para Amadou Koita, del Frente para la Defensa de la República (FDR), la operación de ayer es "un alivio" para el pueblo maliense, mientras que Nouhoum Keita, del Movimiento Popular del 22 de marzo (MP22), ha celebrado la "valentía" de los soldados de Mali, que acabarán por "vencer a los invasores".
Los políticos piensan, por otra parte, que la contraofensiva es sólo "el principio de la reconquista del norte" y mantienen que los acontecimientos se van a acelerar en los próximos días, especialmente con el despliegue, el lunes próximo a lo más tardar, de la fuerza de la Comunidad de África del Oeste (CEDEAO).
| El Ejército de Mali, respaldado por fuerzas extranjeras, ha logrado arrebatar a los “Takfiris” miembros del Qaeda el control de la ciudad de Konna, en el centro del país, pero éstos han amenazado a Francia, el principal aliado de Bamako, con "hacerle pagar" su apoyo.
Aprovechando las dudas de la comunidad internacional, los “Takfiris”, del Qaeda lanzaron el pasado jueves una ofensiva sorpresa contra Konna, tomando rápidamente el control de la región.
Se trata de la primera acción de este tipo por estos grupos desde que establecieron, en junio pasado, su hegemonía en el norte de Mali, un territorio de unos 850.000 kilómetros cuadrados. Pero su audacia fue rápidamente detenida por las fuerzas malienses, que, apoyadas por la aviación francesa, pararon el avance “Takfiris”, en un primer momento, y aniquilaron su resistencia.
El ministro francés de Defensa, Jean-Yves Le Drian, confirmó en una rueda de prensa en París que helicópteros de combate y cazas bombardearon objetivos móviles cerca de Konna anoche y esta madrugada, destruyendo varios vehículos todo terreno utilizados por las tropas del Qaeda.
"La ciudad de Konna está en manos de las Fuerzas Armadas de Mali", dijo el capitán Traore, en la localidad de Savare, cercana a Konna. El capitán añadió que, desde anoche, los militares malienses pasaron a la fase de "limpieza de las bolsas de resistencia".
Amadou Haya Sanogo, el jefe de los golpistas que depusieron, en marzo pasado, al presidente Amadou Toumani Toure, se desplazó en persona a Mopti, a unos 60 kilómetros de Konna, para supervisar las operaciones, dijeron fuentes militares en Kati, localidad en las afueras de Bamako que sirve de cuartel general a la junta.
La reacción de los “Takfiris” no se ha hecho esperar, tras sufrir lo que parece ser un serio revés a manos de las fuerzas malienses y francesas y retroceder varias decenas de kilómetros. "Francia y sus cómplices pagarán caro este ataque. La lucha continúa y ganaremos nosotros", dijo Sanda Ould Boumana, presente como el portavoz de los “Takfiris” y uno de los colaboradores más cercanos al jefe del grupo, Iyad Ag Ghali.
Ould Boumana aseguró que su grupo que ocupan el norte de Mali no temen a los aviones franceses porque tienen "fe en Dios". En estas últimas horas de conflicto, una tensa calma ha reinado en la capital, Bamako, donde las medidas de seguridad se han reforzado con el despliegue, más bien discreto, de varias decenas de militares franceses, oficialmente para "garantizar la seguridad de los residentes galos".
Los accesos a la ciudad, los puntos estratégicos y la sede de la televisión son, por su parte, bajo la estrecha vigilancia de militares malienses fuertemente armados. Los habitantes de la capital buscaban hoy incansablemente noticias del frente, mientras que en el hospital una multitud se agolpaba para informarse del nombre de los heridos evacuados a ese centro médico.
Los políticos locales, por su parte, se han mostrado únicamente satisfechos por el lanzamiento de la contraofensiva. "Es bueno y hay que reconocer que sin el apoyo de Francia la situación se habría complicado muchísimo. Ahora hace falta seguir con la operación y acelerar el ritmo", indicó Tiebilen Drame, representante del Partido para el Reconocimiento Nacional (Parena).
Para Amadou Koita, del Frente para la Defensa de la República (FDR), la operación de ayer es "un alivio" para el pueblo maliense, mientras que Nouhoum Keita, del Movimiento Popular del 22 de marzo (MP22), ha celebrado la "valentía" de los soldados de Mali, que acabarán por "vencer a los invasores".
Los políticos piensan, por otra parte, que la contraofensiva es sólo "el principio de la reconquista del norte" y mantienen que los acontecimientos se van a acelerar en los próximos días, especialmente con el despliegue, el lunes próximo a lo más tardar, de la fuerza de la Comunidad de África del Oeste (CEDEAO).