La política global de EE.UU., orientada a negar las crecientes relaciones entre América Latina e Irán, recuerda mucho la política instaurada durante la Guerra Fría, sostiene el analista internacional Hernán Reyes.

EE.UU. continúa con su política de presión contra Irán. Así, Washington prepara una legislación para contrarrestar la presencia del país iraní en América Latina.


“Ahora, una vez que ya no existe más el enemigo global llamado comunismo, me parece que está en el Medio Oriente personificado el nuevo enemigo de Estados Unidos, que pretende ser extendido hacia otras regiones del mundo, en este caso, a  América Latina”, señala el experto.

Según el analista, esta línea intervencionista de Washington podría  involucrar no sólo acciones militares, sino una serie de acciones desplegadas en el campo comercial y financiero.

La “Ley Countering Iran in Western Hemisphere”, que fue aprobada por el presidente de EE.UU., Barack Obama, a finales del 2012, insta al Departamento de Estado a elaborar en 180 días una estrategia para frenar la “creciente presencia y actividad hostil de Irán” en los países de América Latina.

También la ley incorpora un gran plan que está previsto llevar a cabo en América Latina, diseñado para aislar a la República Islámica de sus aliados.