La organización humanitaria Human Rights Watch (HRW) ha denunciado este martes la decisión de la Justicia bahreiní de confirmar las penas de cárcel contra trece líderes de la oposición. De otra parte, cientos de bahreiníes se manifestaron contra las condenas.

En un comunicado, Human Rights Watch ha asegurado que la decisión del tribunal de Casación supone una violación de derechos fundamentales y confirma el "acatamiento de la Justicia" los intereses del Gobierno.


"Los alucinantes veredictos de estos casos no hacen una sola mención a delitos penales reconocibles y, en cambio, se refieren a las declaraciones de los acusados, a las reuniones a que asistieron y a sus llamamientos en favor de las protestas pacíficas en las calles entre febrero y marzo de 2011", ha declarado el subdirector para Oriente Próximo de HRW, Joe Stork.

"El Tribunal de Casación de Bahréin ha demostrado su incapacidad para proteger los derechos fundamentales garantizados por la Constitución de Bahréin y por los tratos internacionales de los que el país es signatario", ha añadido en un comunicado.

El Gobierno de Bahréin ha asegurado que los tribunales son independientes. No obstante, los miembros de la dinastía reinante en el país, los Al Jalifa, ejercen la cartera de Justicia en el Gobierno y ocupan algunos de los principales puestos del sistema judicial. Por ejemplo, el propio Tribunal de Casación está presidido por un miembro de los Al Jalifa y el mismísimo rey Hamad preside el Consejo Supremo Judicial.

En el mismo contexto, cientos de bahreiníes han salido a las calles de varias ciudades y localidades respondiendo a la convocatoria de la coalición de los jóvenes bahreiníes “14 de febrero” para manifestarse en protesta contra las injustas condenas.


Los manifestantes llevaban las banderas de Bahréin y retratos de los líderes y activistas “condenados”, coreando consignas contra el gobierno. “Abajo Hamad” gritaban, y “nunca olvidaremos a nuestros prisioneros”.

Como es habitual, las fuerzas de seguridad  bahreiníes atacaron a los manifestantes con gases lacrimógenos y bombas de sonido.