Internacional
La llegada de las fuerzas Multinacional a África Central
Rebeldes centroafricanos frenan avance al capital Bangui
La perspectiva de una ofensiva de los rebeldes centroafricanos contra la capital, Bangui, parecía alejarse este martes debido al envío de refuerzos de la Fuerza Multinacional de África Central, aunque la tensión sigue siendo palpable en la capital.
Muestra de esta tensión, las fuerzas de Seguridad centroafricanas mataron el lunes en la noche a un joven musulmán, al parecer cercano a los insurgentes, y un policía murió durante enfrentamientos este martes en un barrio de la capital, según una fuente policial.
Los países de África Central, decididos a impedir a toda costa la caída de Bangui, comenzaron este martes a enviar refuerzos para proteger la ciudad, amenazada por los insurgentes de Seleka que controlan gran parte del país y piden la salida del presidente François Bozizé.
Con estos nuevos refuerzos, la Fuerza Multinacional de África Central (FOMAC) contará, a finales de semana, con 760 hombres en la República Centroafricana, según una fuente de la FOMAC.
Esta fuerza regional, desplegada en 2008 con el fin de estabilizar al país, había empezado un proceso de retiro cuando estalló la ofensiva rebelde el pasado 10 de diciembre.
Estas tropas, que serán enviadas por Gabón, Camerún y Congo Brazzaville, se sumarán a un contingente de 400 soldados chadianos desplegados en Damara, la última ciudad que separa a los insurgentes de la capital, ubicada a 75 kilómetros al norte.
La ciudad de Damara "es el límite que ninguna de las partes debe sobrepasar", advirtió el lunes por la noche el dirigente chadiano Idris Deby Itno, presidente de la Comunidad Económica de los Estados del África Central (CEEAC), y tradicional aliado del presidente Bozizé.
Francia, ex potencia colonial, dispone en el aeropuerto de un contingente de 600 hombres listos en caso de una eventual evacuación de ciudadanos franceses.
En su mensaje de Año Nuevo, Bozizé agradeció al ejército chadiano sin el cual "Bangui estaría hoy invadido".
"Estoy listo para el diálogo, espero que los jefes de Estado (de la CEEAC) fijen una fecha para que podamos discutir con Seleka y encontrar soluciones para salir de esta crisis", repitió Bozizé el martes.
Sin embargo, el portavoz de los rebeldes de Seleka, Eric Massi, volvió a rechazar las propuestas de diálogo del presidente. "Sabemos que (Bozizé) no quiere dialogar", dijo Massi.
La preocupación de la comunidad internacional aumenta ante el rápido deterioro de la situación en este pequeño país de 5 millones de habitantes, que se encuentra entre los más pobres del mundo.
La jefa de la diplomacia europea, Catherine Ashton, hizo un llamado al gobierno centroafricano y a los rebeldes a resolver "mediante el diálogo y la negociación las divergencias que subsisten".
París pidió nuevamente que se inicie un diálogo y, pronunciándose por primera vez sobre el tema, Washington pidió a los rebeldes que "cesen las hostilidades y su avance hacia la capital".
Según una fuente cercana al caso, "Bangui sigue bajo la espada de Damocles, aunque el peligro parece haberse alejado un poco".
La unidad de las facciones dentro de la rebelión parece también debilitarse. "Es probable que existan hoy en día divisiones (dentro de Seleka): los rebeldes tienen que hacer frente a una nueva actitud de los chadianos y de las FACA (Fuerzas Armadas Centroafricanas) en Damara, y sin duda se han dado cuenta que se ha vuelto más difícil atacar", dijo esta misma fuente.
En Bangui, en ocasión del Año Nuevo, miles de fieles fueron a rezar en las iglesias católicas y protestantes de la ciudad.
"Hemos venido a agradecer a Dios por habernos protegido durante los conflictos que azotan a nuestro país. Rezamos por la paz. Dios no ha abandonado a los centroafricanos", dijo Yves Enza Betilamba, uno de los devotos.
La perspectiva de una ofensiva de los rebeldes centroafricanos contra la capital, Bangui, parecía alejarse este martes debido al envío de refuerzos de la Fuerza Multinacional de África Central, aunque la tensión sigue siendo palpable en la capital.
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La perspectiva de una ofensiva de los rebeldes centroafricanos contra la capital, Bangui, parecía alejarse este martes debido al envío de refuerzos de la Fuerza Multinacional de África Central, aunque la tensión sigue siendo palpable en la capital.
Muestra de esta tensión, las fuerzas de Seguridad centroafricanas mataron el lunes en la noche a un joven musulmán, al parecer cercano a los insurgentes, y un policía murió durante enfrentamientos este martes en un barrio de la capital, según una fuente policial.
Los países de África Central, decididos a impedir a toda costa la caída de Bangui, comenzaron este martes a enviar refuerzos para proteger la ciudad, amenazada por los insurgentes de Seleka que controlan gran parte del país y piden la salida del presidente François Bozizé.
Con estos nuevos refuerzos, la Fuerza Multinacional de África Central (FOMAC) contará, a finales de semana, con 760 hombres en la República Centroafricana, según una fuente de la FOMAC.
Esta fuerza regional, desplegada en 2008 con el fin de estabilizar al país, había empezado un proceso de retiro cuando estalló la ofensiva rebelde el pasado 10 de diciembre.
Estas tropas, que serán enviadas por Gabón, Camerún y Congo Brazzaville, se sumarán a un contingente de 400 soldados chadianos desplegados en Damara, la última ciudad que separa a los insurgentes de la capital, ubicada a 75 kilómetros al norte.
La ciudad de Damara "es el límite que ninguna de las partes debe sobrepasar", advirtió el lunes por la noche el dirigente chadiano Idris Deby Itno, presidente de la Comunidad Económica de los Estados del África Central (CEEAC), y tradicional aliado del presidente Bozizé.
Francia, ex potencia colonial, dispone en el aeropuerto de un contingente de 600 hombres listos en caso de una eventual evacuación de ciudadanos franceses.
En su mensaje de Año Nuevo, Bozizé agradeció al ejército chadiano sin el cual "Bangui estaría hoy invadido".
"Estoy listo para el diálogo, espero que los jefes de Estado (de la CEEAC) fijen una fecha para que podamos discutir con Seleka y encontrar soluciones para salir de esta crisis", repitió Bozizé el martes.
Sin embargo, el portavoz de los rebeldes de Seleka, Eric Massi, volvió a rechazar las propuestas de diálogo del presidente. "Sabemos que (Bozizé) no quiere dialogar", dijo Massi.
La preocupación de la comunidad internacional aumenta ante el rápido deterioro de la situación en este pequeño país de 5 millones de habitantes, que se encuentra entre los más pobres del mundo.
La jefa de la diplomacia europea, Catherine Ashton, hizo un llamado al gobierno centroafricano y a los rebeldes a resolver "mediante el diálogo y la negociación las divergencias que subsisten".
París pidió nuevamente que se inicie un diálogo y, pronunciándose por primera vez sobre el tema, Washington pidió a los rebeldes que "cesen las hostilidades y su avance hacia la capital".
Según una fuente cercana al caso, "Bangui sigue bajo la espada de Damocles, aunque el peligro parece haberse alejado un poco".
La unidad de las facciones dentro de la rebelión parece también debilitarse. "Es probable que existan hoy en día divisiones (dentro de Seleka): los rebeldes tienen que hacer frente a una nueva actitud de los chadianos y de las FACA (Fuerzas Armadas Centroafricanas) en Damara, y sin duda se han dado cuenta que se ha vuelto más difícil atacar", dijo esta misma fuente.
En Bangui, en ocasión del Año Nuevo, miles de fieles fueron a rezar en las iglesias católicas y protestantes de la ciudad.
"Hemos venido a agradecer a Dios por habernos protegido durante los conflictos que azotan a nuestro país. Rezamos por la paz. Dios no ha abandonado a los centroafricanos", dijo Yves Enza Betilamba, uno de los devotos.
La perspectiva de una ofensiva de los rebeldes centroafricanos contra la capital, Bangui, parecía alejarse este martes debido al envío de refuerzos de la Fuerza Multinacional de África Central, aunque la tensión sigue siendo palpable en la capital.