La escena se repite en Iraq, los terroristas insisten en sembrar la muerte y la desolación entre los ciudadanos iraquíes que aún no se recuperaron ni de la sanguinaria opresión del régimen de Sadam Hussein, ni de la ocupación americana que robó las riquezas del país.


Una serie de bombas explotaron en varios puntos de Iraq, matando al menos a doce personas e hiriendo a más de cuarenta.

Según informó la policía, siete personas de la misma familia murieron en Mussayab, al sur de Bagdad.

En la ciudad de Hilla, al norte de Kirkuk, también explotaron varias bombas. Una de ellas, en una calle muy transitada, dejó un saldo de dos muertos.

En la provincia de Diyala, en el este del país, un ataque contra una procesión chiíta dejó al menos diez heridos.