Internacional
Sargento de EEUU es sentenciado a la pena capital
Robert Bales asesinó a 16 civiles afganos
Un militar estadounidense, que causó el pasado mes de marzo la masacre de civiles afganos en el sur de Afganistán, ha sido declarado culpable tras una sentencia preliminar dictada por un tribunal militar norteamericano.
El sargento Robert Bales, borracho abandonó su base militar en la sureña provincia de Kandahar, se dirigió a las aldeas cercanas de Balandi y Alkozai, donde descerrajó una multitud de disparos y asesinó a 16 civiles afganos, incluidos nueve niños y una mujer.
El asesinato deplorable de 16 civiles afganos dio lugar a la ira y el odio de la población y el Gobierno afganos de tal forma que, los ciudadanos han protagonizado ingentes protestas, exigiendo que los autores del crimen sean juzgados.
El pueblo afgano afirma que no considera a Bales como el único responsable de los brutales crímenes en su territorio, si bien, a su juicio, otros militares norteamericanos acompañaron a éste durante los hechos. No obstante, los comandantes militares estadounidenses, desplegados en Afganistán, alegan que estos actos de violencia fueron llevados a cabo sólo por parte del condenado.
La corte militar, que comenzó desde el pasado noviembre el estudio de la culpabilidad del sargento, de 39 años, en 16 cargos por asesinato premeditado, seis de intento de asesinato y siete de asalto, entre otros, le ha declarado culpable y según el fallo preliminar ha sido condenado a la pena capital.
Se prevé que el caso de Bales sea analizado en otra corte en Washington y su juicio definitivo se diera a conocer pronto.
Uno de los investigadores militares, en esta audiencia, ha insistido en que Bales sabía muy bien qué estaba haciendo y recuerda perfectamente sus violentos actos.
Durante los últimos años, un gran número de civiles afganos han perdido la vida a manos de los militares estadounidenses, quienes invadieron Afganistán en 2001 so pretexto de luchar con los talibán, y establecer la paz y el orden en el país asiático, no obstante, transcurridos los años, el caos, la inestabilidad y la violencia siguen prevaleciendo en la nación.
| Un militar estadounidense, que causó el pasado mes de marzo la masacre de civiles afganos en el sur de Afganistán, ha sido declarado culpable tras una sentencia preliminar dictada por un tribunal militar norteamericano.
El sargento Robert Bales, borracho abandonó su base militar en la sureña provincia de Kandahar, se dirigió a las aldeas cercanas de Balandi y Alkozai, donde descerrajó una multitud de disparos y asesinó a 16 civiles afganos, incluidos nueve niños y una mujer.
El asesinato deplorable de 16 civiles afganos dio lugar a la ira y el odio de la población y el Gobierno afganos de tal forma que, los ciudadanos han protagonizado ingentes protestas, exigiendo que los autores del crimen sean juzgados.
El pueblo afgano afirma que no considera a Bales como el único responsable de los brutales crímenes en su territorio, si bien, a su juicio, otros militares norteamericanos acompañaron a éste durante los hechos. No obstante, los comandantes militares estadounidenses, desplegados en Afganistán, alegan que estos actos de violencia fueron llevados a cabo sólo por parte del condenado.
La corte militar, que comenzó desde el pasado noviembre el estudio de la culpabilidad del sargento, de 39 años, en 16 cargos por asesinato premeditado, seis de intento de asesinato y siete de asalto, entre otros, le ha declarado culpable y según el fallo preliminar ha sido condenado a la pena capital.
Se prevé que el caso de Bales sea analizado en otra corte en Washington y su juicio definitivo se diera a conocer pronto.
Uno de los investigadores militares, en esta audiencia, ha insistido en que Bales sabía muy bien qué estaba haciendo y recuerda perfectamente sus violentos actos.
Durante los últimos años, un gran número de civiles afganos han perdido la vida a manos de los militares estadounidenses, quienes invadieron Afganistán en 2001 so pretexto de luchar con los talibán, y establecer la paz y el orden en el país asiático, no obstante, transcurridos los años, el caos, la inestabilidad y la violencia siguen prevaleciendo en la nación.