Cerca de 500 reclusos de una cárcel en la ciudad de Gómez Palacio, en el estado de Durango, México, fueron trasladados a otras prisiones de la región, como una "medida cautelar" tomada por el gobierno federal.

La prisión fue evacuada después de un intento de escape masivo el martes pasado, que dejó 15 reclusos y nueve guardias muertos. La cifra de víctimas fatales puede aumentar ya que todavía hay otros cuatro presos y dos guardias en estado de gravedad.

"Algunos custodios y reos se encuentran en estado muy grave en el hospital privado a donde fueron trasladados", dijo a Reuters Fernando Rivas, un portavoz de la Secretaría de Seguridad Pública de Durango.

Tras el episodio, en el penal permanecieron 504 reos que fueron trasladados a otra prisión en la capital del estado, informó la secretaría de Seguridad Pública de Durango.


En los últimos seis años se crearon en México entre 60 y 80 cárteles de narcotráfico. En ese mismo lapso murieron unas 70.000 personas en hechos violentos durante la ofensiva declarada por el ex presidente Felipe Calderón, según estimaciones del nuevo fiscal general.

Por otro lado, una mesa de atención psicológica e información para familiares de los reos del penal fue instalada fuera de la cárcel, ante las escenas de desesperación y confusión que todavía se observaron este miércoles.

Un total de 137 reos habían sido trasladados el domingo desde esa cárcel a otros penales federales y se les incautaron diversos tipos de armas, teléfonos celulares y electrodomésticos. Según las autoridades, el intento de fuga "fue en reacción" a estas medidas.

La última fuga masiva de reos en México se registró en septiembre, cuando 132 reos se escaparon del penal de Piedras Negras, Coahuila, fronteriza con Estados Unidos.