Internacional
Marzouki fue apedreado en la ciudad de Sidi Buzid
Sidi Buzid es la ciudad donde comenzó la "Primavera Árabe"
El presidente de Túnez, Monsef Marzouki, fue evacuado hoy del centro de la ciudad de Sidi Buzid, donde comenzaron las revueltas que forzaron la renuncia en 2011 del entonces presidente Zein el Abidine Ben Ali, tras ser interrumpido y apedreado por miles de manifestantes mientras pronunciaba un discurso.
Varios testigos informaron de que una "lluvia" de piedras y tomates cayó sobre Marzouki, que prometió un nuevo Gobierno en seis meses y "programas de desarrollo" para esta región empobrecida del interior del país, cuna de la conocida como "Primavera Árabe".
Marzouki, que no resultó herido, se desplazó a Sidi Buzid junto al presidente del Parlamento, Mustafá Ben Yafar, que también suspendió la intervención que tenía programada, en la conmemoración del II aniversario del inicio de la revolución tunecina.
Los miles de participantes congregados en el centro de la ciudad, gritaron a ambos dirigentes "degagé" (lárgate, en francés), uno de los lemas de la revuelta popular de 2011.
Tras el incidente arrancó una marcha de protesta para exigir la renuncia del Gobierno, que recorrió las principales avenidas de Sidi Buzid.
Una coalición de partidos de izquierda había llamado a boicotear los actos conmemorativos del segundo aniversario de la muerte del joven comerciante Mohamed Buazizi, que se inmoló en diciembre de 2010 después de que la Policía se incautara de su puesto de venta ambulante, lo que desató unas protestas que se extendieron por todo el país.
Marzouki ya había sido abucheado horas antes, cuando colocaba un ramo de flores sobre la tumba de Buazizi.
Osman Uneis, miembro de la coalición del Frente Popular de Sidi Buzid, aseguró que el boicot de las celebraciones es en protesta por "la incapacidad del Gobierno de relanzar el país y de aplicar programas de desarrollo que mejoren la vida de los ciudadanos".
"Desde 2010 ninguno de los gobiernos transitorios ha sido capaz de mejorar las condiciones de vida de la población, ni han roto con la corrupción en las zonas desfavorecidas que protagonizaron las revueltas en 2011", añadió el sindicalista.
| El presidente de Túnez, Monsef Marzouki, fue evacuado hoy del centro de la ciudad de Sidi Buzid, donde comenzaron las revueltas que forzaron la renuncia en 2011 del entonces presidente Zein el Abidine Ben Ali, tras ser interrumpido y apedreado por miles de manifestantes mientras pronunciaba un discurso.
Varios testigos informaron de que una "lluvia" de piedras y tomates cayó sobre Marzouki, que prometió un nuevo Gobierno en seis meses y "programas de desarrollo" para esta región empobrecida del interior del país, cuna de la conocida como "Primavera Árabe".
Marzouki, que no resultó herido, se desplazó a Sidi Buzid junto al presidente del Parlamento, Mustafá Ben Yafar, que también suspendió la intervención que tenía programada, en la conmemoración del II aniversario del inicio de la revolución tunecina.
Los miles de participantes congregados en el centro de la ciudad, gritaron a ambos dirigentes "degagé" (lárgate, en francés), uno de los lemas de la revuelta popular de 2011.
Tras el incidente arrancó una marcha de protesta para exigir la renuncia del Gobierno, que recorrió las principales avenidas de Sidi Buzid.
Una coalición de partidos de izquierda había llamado a boicotear los actos conmemorativos del segundo aniversario de la muerte del joven comerciante Mohamed Buazizi, que se inmoló en diciembre de 2010 después de que la Policía se incautara de su puesto de venta ambulante, lo que desató unas protestas que se extendieron por todo el país.
Marzouki ya había sido abucheado horas antes, cuando colocaba un ramo de flores sobre la tumba de Buazizi.
Osman Uneis, miembro de la coalición del Frente Popular de Sidi Buzid, aseguró que el boicot de las celebraciones es en protesta por "la incapacidad del Gobierno de relanzar el país y de aplicar programas de desarrollo que mejoren la vida de los ciudadanos".
"Desde 2010 ninguno de los gobiernos transitorios ha sido capaz de mejorar las condiciones de vida de la población, ni han roto con la corrupción en las zonas desfavorecidas que protagonizaron las revueltas en 2011", añadió el sindicalista.