Internacional
EE.UU. admite que ha encarcelado a más de 200 menores afganos
Un informe denuncia que unos 250 menores continúan presos en Bagram
Estados Unidos ha reconocido que mantuvo a más de doscientos menores de edad afganos durante largos periodos de tiempo desde 2008 en el marco de la guerra contra Al Qaida y los talibanes.
Todos ellos fueron encarcelados en la base de Bagram junto a presos mayores de edad y donde, según las organizaciones de derechos humanos, no se les daba un tratamiento acorde con su edad.
«En los últimos años, Estados Unidos ha capturado a más de doscientos individuos menores de 18 años y los ha retenido en el Centro de Detención de Parwan (DFIP)», en la base de Bagram, señala el informe estadounidense remitido a la Comisión sobre los Derechos de los Niños de la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos. El informe responde a una pregunta formal sobre la situación de los niños afganos encarcelados.
Washington explica que no conocía la edad de los combatientes capturados hasta que llegaban a Bagram y eran sometidos a un examen médico. «Algunos de estos jóvenes permanecían detenidos en el DFIP, mientras que otros eran puestos en libertad o entregados al Gobierno afgano», señala el informe.
«En general, los adolescentes pasaban aproximadamente un año de media en el DFIP», reconoce Estados Unidos en el informe, fechado el 3 de diciembre y publicado en Internet por la ONU.
El informe es la respuesta a la pregunta formal formulada por un grupo de expertos de la Comisión sobre los Derechos de los Niños sobre la cantidad de menores retenidos, los cargos que se han presentado contra ellos, la duración de su estancia en prisión y la asistencia legal que se les ha prestado.
La prisión de Bagram, con unos 3.000 reclusos, fue transferida a las autoridades afganas de manera definitiva el pasado 10 de septiembre, pero otros 600 internos, aproximadamente, continúan bajo custodia estadounidense.
La Justicia estadounidense considera que estos prisioneros, incluidos los menores de edad, son «combatientes enemigos» cuya detención «es fundamental para la guerra» y asegura que cumple así con las Convenciones de Ginebra.
«El objetivo de la detención no es punitivo, sino preventiva, es evitar que los combatientes vuelvan al campo de batalla», argumenta Estados Unidos, que sostiene que la mayoría no serán acusados de delito alguno por considerarlos «prisioneros de guerra».
El Comité Internacional de la Cruz Roja visita a los prisioneros de guerra bajo custodia de Estados Unidos y les facilita llamadas telefónicas y correspondencia con sus familias, sostiene Washington.
En cuanto a los menores de edad, Estados Unidos asegura que una instancia administrativa revisa periódicamente cada caso para decidir si continuar o no con la detención.
«Se hace todo lo posible para proporcionarles un entorno seguro y la atención física y psicológica que puedan requerir», sostiene.
Sin embargo, Human Rights Watch y Human Rights First han elaborado un informe entregado a la Comisión de Derechos de los Niños en marzo que denuncia que unos 250 menores de 18 años continúan presos en Bagram.
«Niños de entre 16 y 17 años conviven con adultos sin que se les proporcione educación especial o un programa de rehabilitación, ni tampoco procedimientos de revisión que tengan en cuenta su edad», señalan.
Ahora la Comisión de Derechos de los Niños examinará el informe estadounidense y podrá volver a interrogar a las autoridades norteamericanas durante la reunión prevista entre los días 15 de enero y 1 de febrero en Ginebra.