Internacional
Filipinas declara el estado catastrófico tras el tifón Bopha
Bopha causó centenas de muertos y desaparecidos en el mayor tifón este año en Filipinas
El presidente de Filipinas, Benigno Aquino, declaró el estado catastrófico nacional el sábado, cuatro días después de que el tifón más fuerte que ha vivido el país este año dejara casi un millar de muertos o desaparecidos, principalmente en el sur del país.
El Gobierno ha congelado los precios de las materias primeras básicas y las autoridades locales han sido autorizadas a utilizar los fondos de catástrofe para búsqueda, ayuda y operaciones de rescate.
El organismo nacional de desastres cifró el número de muertos en 459 y en 532 el de desaparecidos, principalmente en las provincias de Mindanao, del valle de Compostela y Davao Oriental.
Miles de personas se han quedado sin casa por el tifón Bopha, que tocó tierra el martes con vientos más fuertes que los del huracán Sandy que devastó la costa oeste de Estados Unidos en octubre.
El Gobierno envió perros rastreadores a las provincias más afectadas para ayudar a la búsqueda de víctimas. Los equipos de rescate han solicitado refuerzos mecánicos para ayudar a retirar los escombros.
"No sé qué hacer, realmente no sé dónde buscarlos", dijo Anna Joy Adlawan, estudiante de 14 años, a Reuters en un mercado público abandonado en Nuevo Batán, mientras buscaba junto a sus dos hermanos a su madre y otros parientes.
"La última vez que supe de ellos fue cuando mi madre nos llamó pidiendo ayuda porque el agua estaba subiendo. Llegamos aquí el miércoles, nuestra casa había desaparecido y no había rastro de ellos".
"El viernes pasado, encontramos el cadáver de nuestro sobrino de siete años, pero aún buscamos a ocho más, y no nos detendremos hasta encontrarlos y darles sepultura", añadió.
Bopha se ha debilitado y se desplaza lentamente hacia el norte-noroeste de la principal isla de Luzón. Una media de 20 tifones llega a Filipinas cada año, algunos de ellos dejando a su paso muerte y destrucción.
| El presidente de Filipinas, Benigno Aquino, declaró el estado catastrófico nacional el sábado, cuatro días después de que el tifón más fuerte que ha vivido el país este año dejara casi un millar de muertos o desaparecidos, principalmente en el sur del país.
El Gobierno ha congelado los precios de las materias primeras básicas y las autoridades locales han sido autorizadas a utilizar los fondos de catástrofe para búsqueda, ayuda y operaciones de rescate.
El organismo nacional de desastres cifró el número de muertos en 459 y en 532 el de desaparecidos, principalmente en las provincias de Mindanao, del valle de Compostela y Davao Oriental.
Miles de personas se han quedado sin casa por el tifón Bopha, que tocó tierra el martes con vientos más fuertes que los del huracán Sandy que devastó la costa oeste de Estados Unidos en octubre.
El Gobierno envió perros rastreadores a las provincias más afectadas para ayudar a la búsqueda de víctimas. Los equipos de rescate han solicitado refuerzos mecánicos para ayudar a retirar los escombros.
"No sé qué hacer, realmente no sé dónde buscarlos", dijo Anna Joy Adlawan, estudiante de 14 años, a Reuters en un mercado público abandonado en Nuevo Batán, mientras buscaba junto a sus dos hermanos a su madre y otros parientes.
"La última vez que supe de ellos fue cuando mi madre nos llamó pidiendo ayuda porque el agua estaba subiendo. Llegamos aquí el miércoles, nuestra casa había desaparecido y no había rastro de ellos".
"El viernes pasado, encontramos el cadáver de nuestro sobrino de siete años, pero aún buscamos a ocho más, y no nos detendremos hasta encontrarlos y darles sepultura", añadió.
Bopha se ha debilitado y se desplaza lentamente hacia el norte-noroeste de la principal isla de Luzón. Una media de 20 tifones llega a Filipinas cada año, algunos de ellos dejando a su paso muerte y destrucción.