El Ejército de Líbano ha decidido este lunes aumentar su presencia en la frontera con Siria tras el incidente registrado el domingo, cuando las tropas libanesas se enfrentaron a rebeldes sirios, en lo que supone la primera confrontación entre el Ejército libanés y los rebeldes.


En respuesta, varios tanques han empezado a patrullar la zona y el Ejército ha aumentado el número de tropas destinadas al puesto fronterizo de “Jusiyeh-Qaa”. Este puesto fue cerrado hace cuatro meses tras considerarse que era peligroso debido a la gran presencia de rebeldes sirios en la zona.


A primera hora del lunes, las Fuerzas Armadas libaneses arrestaron a Bashar Hasan Ammun, quien presuntamente participó en los enfrentamientos. Al Parecer, Ammun pertenece a un grupo armado que se dedica a introducir armas de contrabando para apoyar a los rebeldes sirios en sus combates con las fuerzas de seguridad sirias.

Expatriación de cadáveres

Este mismo lunes, el primer ministro del país, Najib Mikati, ha solicitado al Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) que colabore para recuperar los 21 cadáveres de ciudadanos libaneses que se habían unido a las filas de los rebeldes sirios y que fallecieron a manos de las fuerzas de seguridad del país tras caer en una emboscada en la localidad de Tal Kalaj, cerca de la frontera entre ambos países.

Asimismo, el Ejército libanés está en contacto con las Fuerzas Armadas sirias para conseguir esclarecer el asunto, tal y como ha asegurado el Ministerio de Interior de Líbano.