Irán ignoró las declaraciones de la secretaria de Estado de EE.UU., Hilary Clinton, de entablar conversaciones bilaterales directas.

Observadores del tema iraní consideraron que la propuesta norteamericana viene en el marco de presionar a la República Islámica de Irán e intento para comprobar la posibilidad de futuras conversaciones directas sobre el programa nuclear de Teherán, pues Washington, durante los pasados cinco años de conversaciones no han conseguido reunirse “a solas” con la representación iraní pese a muchos intentos, la representación iraní incluso rehusó tomar fotografías con los representantes de Estados Unidos.

El portavoz de la Comisión de Seguridad nacional y la Política Exterior en el parlamento Iraní, Hussein Nakaui, mostró la desconfianza de Irán en la política de Washington, al que califica de “hostil”. En conversación con “Al-Ahed”, Nakaui apuntó que “la política de EE.UU. tiene dos caras, una pública y otra practica”, aclarando que su país toma en cuenta la política practica y las actitudes, y no las declaraciones anunciadas en los discursos y las ruedas de prensa.

“Para dar ejemplo, la propuesta de Clinton al diálogo ha coincidido con los esfuerzos por parte de miembros del Senado para aplicar nuevas sanciones contra Irán, lo que significa en mi opinión que la política de Estados Unidos intenta engañar la opinión mundial con un deseo de dialogar, mientras sigue con su guerra económica y presiones internacionales”, dijo Nakaui.

Esta visión iraní está clara en las declaraciones de los líderes iraníes, en especial en las palabras del Líder Supremo el Gran Ayatolá su Eminencia Sayyed Ali Jamenei, quien dijo que Washington debe cambiar su política y demostrar “no hostilidad” al pueblo iraní, luego podemos hablar de propuestas de diálogo directo.

Irán ya había anunciado oficialmente que no hay necesidad de dialogar bajo las condiciones actuales, ni en público ni a escondidas, antes de levantar todas las sanciones impuestas y reconocer a Irán como poder influyente en la región y respetar la soberanía y la voluntad del pueblo iraní, así como poner fin a las interferencias de EE.UU en la región.

Por u parte, observadores de las relaciones américo-iraníes descartaron cualquier posibilidad de un diálogo directo actualmente, debido a los problemas desarrollados entre Teherán y Washington en las tres últimas décadas.