Al menos 17 libaneses murieron ayer a manos de las fuerzas del ejército regular sirio en la localidad siria de Tel Kalaj, cerca de la frontera con Líbano, informaron medios de comunicación.

Las circunstancias en las que murieron aún son confusas: la cadena de televisión MTV apuntó que las víctimas perecieron en una emboscada tendida por los leales al presidente Bashar al-Assad, mientras que la emisora La Voz de Líbano sostiene que fueron ejecutados.

El diario “Al-Ajbar” escribe que “los jóvenes libaneses que perecieron en su intento de infiltrarse por la frontera norte, iban a combatir en Siria. Cuando llegaron a la aldea de “Tel Sirin” muy cerca de “Tel Kalaj” cayeron en una emboscada. Tras enfrentarse con los efectivos del ejército sirio en una batalla muy dura, 17 de ellos murieron mientras otros tres lograron escapar y refugiarse en una zona próxima donde están los rebeldes sirios”.


El opositor Observatorio Sirio de Derechos Humanos, con sede en Londres, había señalado con anterioridad que se había perdido el contacto con treinta rebeldes que cayeron en una emboscada de los efectivos gubernamentales en la zona de Tel Sarin, próxima a Tel Kalaj, aunque no mencionó la nacionalidad de los insurgentes.

Según los medios libaneses, la mayor parte de los fallecidos eran de la ciudad septentrional de Trípoli. Tras conocerse la noticia, se escucharon disparos en esa población entre los barrios rivales de Bab el Tebbaneh y Yabal Mohsen.


El ejército libanés reforzó sus patrullas para evitar que la tensión degenere en choques.

Los incidentes en la frontera sirio-libanesa se han intensificado en los últimos meses, en los que se han producido secuestros, caída de proyectiles e incursiones militares.

Siria acusa a "grupos terroristas" de organizar desde Líbano ataques contra sus tropas y de enviar armas a los insurgentes.