noscript

Internacional

Los rebeldes congole&ntildeos consolidan el control de Goma

Los rebeldes congoleños consolidan el control de Goma

Los M23 exigen que parta Kabila

Los rebeldes congole&ntildeos consolidan el control de Goma


Los rebeldes del M23 afirmaron el miércoles que sumaron a su control otra ciudad en el este de la República Democrática del Congo (RDC), después de Goma, mientras la ONU los acusaba de ejecuciones sumarias.

Un día después de la toma de la estratégica ciudad de Goma, los rebeldes dijeron controlar Saké, una localidad a 20 kilómetros donde el ejército posee una base.

"No nos detendremos en Goma, iremos hasta Bukavu, Kisangani y Kinshasa", lanzó el miércoles el portavoz militar del M23, el coronel Viannay Kazarama, frente una multitud reunida en un estadio de la ciudad de Goma. El presidente Joseph "Kabila debe dejar el poder porque no ganó las elecciones del año pasado", agregó, aludiendo a las acusaciones de fraude de la oposición después de las presidenciales de noviembre de 2011.

Desde la capital ugandesa, Kampala, el presidente de la RDC y sus homólogos de Ruanda, Paul Kagame, y de Uganda, Yoweri Museveni, llamaron a los rebeldes a retirarse de Goma inmediatamente. La declaración tiene una gran relevancia, ya que la ONU ha acusado a Ruanda y Uganda de apoyar a los rebeldes del M23.

El miércoles, la ONU denunció además que los rebeldes del M23 están realizando "ejecuciones sumarias".

El martes por la noche, el Consejo de Seguridad de la ONU votó unánimemente una resolución en la que pide sanciones contra dos líderes del M23, Innocent Kaina y Baudouin Ngaruye. La resolución, presentada por Francia, demanda también que los países extranjeros que apoyan al M23 cesen toda ayuda a los rebeldes.

Tras la toma de Goma, Ruanda pidió al gobierno congoleño que negocie con los rebeldes, una exigencia del M23 que Kinshasa siempre ha rechazado.

El miércoles por la mañana, Bukavu, capital de Kivu del Sur, al igual que otras ciudades del país, fueron el escenario de manifestaciones contra la toma de Goma. Los manifestantes acusaron a los representantes de misión de la ONU para la Estabilización en la RDC (MONUSCO) de no haber intervenido para defender la ciudad.

En Bunia, ubicada en el noreste del país, seis personas murieron al recibir disparos tras una violenta manifestación el martes, según una ONG occidental.

Según un testigo, varios vehículos pertenecientes a organismos internacionales fueron atacados o quemados por los manifestantes, que atacaron también a la sede de la MONUSCO antes de ser repelidos por disparos. La ONU no ha confirmado esta información.

La ONU dispone en el este de la RDC del contingente más grande de Cascos Azules, pero no logró impedir el avance de los rebeldes. El ministro francés de Asuntos Exteriores, Laurent Fabius, cuestionó el martes el mandato de esta fuerza de mantenimiento de la Paz de las Naciones Unidas. "Desplegar a 17.000 hombres y establecer un mandato que no permite intervenir es absurdo", declaró.

Bélgica, ex-potencia colonial, llamó también el miércoles a "reforzar" la acción demasiado defensiva de la ONU.

En un comunicado, la MONUSCO afirmó seguir "comprometida" en Goma e hizo una advertencia contra "quienes se sientan tentados de cometer graves violaciones de los derechos humanos o de atentar contra el derecho internacional humanitario".

Goma ya había sido ocupada en dos ocasiones, en 1996 y 1998, por rebeliones apoyadas por Ruanda. En 2008, otra rebelión, liderada por Laurent Nkunda, se había detenido a las puertas de la ciudad después de haber derrotado al ejército.

Los recientes combates han provocado importantes desplazamientos de poblaciones, informó Médicos Sin Fronteras (MSF). "Estamos en una situación de urgencia, ya que hay más de 100.000 desplazados, que carecen de vivienda, acceso al agua, comida, y algunos de ellos son portadores del cólera", subrayó Marcela Allheimen, responsable de MSF en París.

Los recientes eventos tienen consecuencias internas en RDC. El gobierno "perdió la batalla pero no la guerra", declaró el miércoles el primer ministro Augustin Matata Ponyio. Sin embargo, la oposición congoleña estimó que el presidente Kabila era responsable y pidió un congreso para examinar la situación.

El M23 fue creado a principios de mayo por unos militares que tras participar en una rebelión anterior integraron el ejército en 2009, después de un acuerdo de paz. En abril, se amotinaron, argumentando que Kinshasa no respetó sus compromisos.

Los miembros de este movimiento reclaman que se mantenga a todos los oficiales con su grado y rehúsan ser afectados en otras unidades y regiones que les quiere imponer Kinshasa, lo que los alejaría de su zona de influencia en el este.

Pero la región compuesta por las provincias del Norte y Sur Kivu es también teatro de conflicto casi ininterrumpido desde hace unos veinte años debido a los recursos mineros (oro, coltán, casiterita) y agrícolas, que se disputan el gobierno congoleño, diversos movimientos rebeldes y países vecinos de la RDC, Uganda, Ruanda y Burundi.

| 22/11/2012