Internacional
Rusia desarrolla nuevo misil balístico pesado retando al escudo antimisiles de EE.UU.
Rusia reforzará su TME en el marco del progreso del escudo antimisiles de EE.UU.
El Ministerio de Defensa de Rusia ha informado sobre el desarrollo de varios misiles balístico intercontinental (ICBM) frente al escudo antimisiles de Estados Unidos.
De acuerdo con los nuevos informes del ministerio de Defensa, el país se integrará con un novísimo misil de combustible sólido y alcance de al menos 5.500 kilómetros que según las autoridades del país reforzará la capacidad combativa de las Tropas rusas de misiles estratégicos (TME) en el marco del progreso del escudo antimisiles norteamericano, según informó la agencia estatal rusa, RIA Novosti.
Según fuentes estatales, en octubre pasado se llevó a cabo un ensayo exitoso de un prototipo de este misil en el polígono Kapustin Yar, situado en el sur del país.
Este misil que será instalado en un principio sobre plataformas móviles, se incorporará al arsenal en 2014; un año antes de la fecha estimada anteriormente.
Al mismo tiempo, el comandante de las TME, coronel general Serguei Karakaev, informó sobre un proyecto armamentístico con el que se llevará a cabo la preparación de un nuevo misil pesado (de cien toneladas totales) que tiene el poder de llevar a la órbita una carga útil (explosiva) de cinco toneladas, un plan que según las estimaciones finalizará para el año 2018.
Este último, se evoluciona en el marco del programa nacional de fabricación de armamento y material para 2011-2020, un ICBM de propelente líquido, cuatro veces superior a la de los misiles Yars o Tópol, según afirmó el asesor del Comandante de la TME, general en retiro Víctor Yesin.
El establecimiento del sistema del escudo antimisiles en Europa se ha convertido en una de las cuestiones más controvertidas entre Moscú y la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN).
Inicialmente, Rusia y la OTAN acordaron en 2010 unir esfuerzos en el proyecto del escudo antimisiles, sin embargo, las negociaciones se vieron paralizadas por falta de garantías vinculantes de que el sistema no apuntara el potencial estratégico de Rusia.
Moscú exige a Washington garantías de que el establecimiento de su escudo antimisiles en Europa no supondrá una amenaza para la seguridad rusa, empero, EE.UU. no está dispuesto a satisfacer dicha demanda.
| El Ministerio de Defensa de Rusia ha informado sobre el desarrollo de varios misiles balístico intercontinental (ICBM) frente al escudo antimisiles de Estados Unidos.
De acuerdo con los nuevos informes del ministerio de Defensa, el país se integrará con un novísimo misil de combustible sólido y alcance de al menos 5.500 kilómetros que según las autoridades del país reforzará la capacidad combativa de las Tropas rusas de misiles estratégicos (TME) en el marco del progreso del escudo antimisiles norteamericano, según informó la agencia estatal rusa, RIA Novosti.
Según fuentes estatales, en octubre pasado se llevó a cabo un ensayo exitoso de un prototipo de este misil en el polígono Kapustin Yar, situado en el sur del país.
Este misil que será instalado en un principio sobre plataformas móviles, se incorporará al arsenal en 2014; un año antes de la fecha estimada anteriormente.
Al mismo tiempo, el comandante de las TME, coronel general Serguei Karakaev, informó sobre un proyecto armamentístico con el que se llevará a cabo la preparación de un nuevo misil pesado (de cien toneladas totales) que tiene el poder de llevar a la órbita una carga útil (explosiva) de cinco toneladas, un plan que según las estimaciones finalizará para el año 2018.
Este último, se evoluciona en el marco del programa nacional de fabricación de armamento y material para 2011-2020, un ICBM de propelente líquido, cuatro veces superior a la de los misiles Yars o Tópol, según afirmó el asesor del Comandante de la TME, general en retiro Víctor Yesin.
El establecimiento del sistema del escudo antimisiles en Europa se ha convertido en una de las cuestiones más controvertidas entre Moscú y la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN).
Inicialmente, Rusia y la OTAN acordaron en 2010 unir esfuerzos en el proyecto del escudo antimisiles, sin embargo, las negociaciones se vieron paralizadas por falta de garantías vinculantes de que el sistema no apuntara el potencial estratégico de Rusia.
Moscú exige a Washington garantías de que el establecimiento de su escudo antimisiles en Europa no supondrá una amenaza para la seguridad rusa, empero, EE.UU. no está dispuesto a satisfacer dicha demanda.