Internacional
Segundo tunecino muere en prisión tunecina por huelga de hambre
El primer huelguista murió el jueves hace dos días
Un segundo tunecino detenido desde las protestas en las que se saqueó la embajada de Estados Unidos en Túnez en septiembre ha fallecido tras una huelga de hambre, dijeron el sábado su abogado y el ministro de Justicia.
Muhamed Bakhti falleció el sábado en el hospital, dos días después que el estudiante de 26 años Bechir Gholli. Eran dos de las decenas de tunecinos, en huelga de hambre por las condiciones de la prisión.
"Es una vergüenza que los tunecinos mueran en prisión después de la revolución", dijo el abogado de Bakhti, Anouar Aouled Ali, a la prensa.
Túnez se convirtió en el lugar de nacimiento de la primavera árabe en enero de 2011 cuando los manifestantes derrocaron un gobierno que llevaba décadas establecido en el poder, contagiando al resto del mundo árabe.
Un vídeo anti islamista realizado en Estados Unidos desencadenó el ataque contra la embajada norteamericana en septiembre. Las autoridades detuvieron a 144 personas.
Bakhti estudiaba en la Facultad de Literatura de Túnez. Participó en los enfrentamientos armados en 2007 contra las fuerzas de seguridad del derrocado presidente Zein al-Abidine Ben Ali y estuvo en prisión hasta después de la revolución.
"La muerte de tunecinos por huelgas de hambre es inaceptable (...) el Gobierno debería responder a las demandas del resto de presos en huelga de hambre", dijo Imen Triki, presidente del grupo de derechos humanos Libertad y Justicia.
"Lamentamos la muerte de cualquier tunecino (...) Hemos hecho muchos intentos de persuadir a Gholli y Bakhti para que detuvieran la huelga de hambre, pero se han negado y les facilitamos asistencia médica", dijo el viernes el ministro de Justicia Noureddine Behiri.
Las muertes de los dos tunecinos podrían avergonzar al gobierno tunecino, que afronta la presión de grupos islamistas radicales y laicos.
Después de las elecciones del año pasado, Ennahdha, un grupo islamista moderado, formó una coalición de gobierno con dos partidos no religiosos. Ha prometido que no prohibirá el alcohol, ni impondrá el velo o el uso de la sharia como base de la ley tunecina.
Está bajo presión por parte de grupos salafistas, que piden la introducción de la ley islámica, y la oposición laica, decididos a impedirlo.
Dos personas murieron cuando la Policía abrió fuego durante enfrentamientos con los salafistas en Túnez hace dos semanas.
| Un segundo tunecino detenido desde las protestas en las que se saqueó la embajada de Estados Unidos en Túnez en septiembre ha fallecido tras una huelga de hambre, dijeron el sábado su abogado y el ministro de Justicia.
Muhamed Bakhti falleció el sábado en el hospital, dos días después que el estudiante de 26 años Bechir Gholli. Eran dos de las decenas de tunecinos, en huelga de hambre por las condiciones de la prisión.
"Es una vergüenza que los tunecinos mueran en prisión después de la revolución", dijo el abogado de Bakhti, Anouar Aouled Ali, a la prensa.
Túnez se convirtió en el lugar de nacimiento de la primavera árabe en enero de 2011 cuando los manifestantes derrocaron un gobierno que llevaba décadas establecido en el poder, contagiando al resto del mundo árabe.
Un vídeo anti islamista realizado en Estados Unidos desencadenó el ataque contra la embajada norteamericana en septiembre. Las autoridades detuvieron a 144 personas.
Bakhti estudiaba en la Facultad de Literatura de Túnez. Participó en los enfrentamientos armados en 2007 contra las fuerzas de seguridad del derrocado presidente Zein al-Abidine Ben Ali y estuvo en prisión hasta después de la revolución.
"La muerte de tunecinos por huelgas de hambre es inaceptable (...) el Gobierno debería responder a las demandas del resto de presos en huelga de hambre", dijo Imen Triki, presidente del grupo de derechos humanos Libertad y Justicia.
"Lamentamos la muerte de cualquier tunecino (...) Hemos hecho muchos intentos de persuadir a Gholli y Bakhti para que detuvieran la huelga de hambre, pero se han negado y les facilitamos asistencia médica", dijo el viernes el ministro de Justicia Noureddine Behiri.
Las muertes de los dos tunecinos podrían avergonzar al gobierno tunecino, que afronta la presión de grupos islamistas radicales y laicos.
Después de las elecciones del año pasado, Ennahdha, un grupo islamista moderado, formó una coalición de gobierno con dos partidos no religiosos. Ha prometido que no prohibirá el alcohol, ni impondrá el velo o el uso de la sharia como base de la ley tunecina.
Está bajo presión por parte de grupos salafistas, que piden la introducción de la ley islámica, y la oposición laica, decididos a impedirlo.
Dos personas murieron cuando la Policía abrió fuego durante enfrentamientos con los salafistas en Túnez hace dos semanas.