Naciones Unidas expresó el viernes que colocó bajo "alerta máxima" a sus tropas de paz en la oriental República Democrática del Congo, mientras el jefe de la organización, Ban Ki-moon, volvió a condenar la ayuda externa otorgada a rebeldes para combatir al gobierno.

Unidades de reacción rápida entre las tropas de la ONU fueron desplazadas a áreas claves alrededor de la capital provincial de Goma, tras choques armados entre rebeldes del M23 y tropas gubernamentales el jueves, los cuales dejaron numerosas bajas según diversos informes.


Martin Nesirky, portavoz de la ONU, aseguró que esos "equipos de reacción rápida" fueron enviados a Goma, capital de la provincia de Kivu, y al aeropuerto de la ciudad, luego de los reportes de enfrentamientos.

"Informes no confirmados indican que el M23 registró un alto número de víctimas en el enfrentamiento", dijo Nesirky, aunque un portavoz del grupo negó las afirmaciones del gobierno de que más de 110 rebeldes murieron en la batalla.

El combate fue el más grave para la rebelión desde julio pasado, cuando los helicópteros de la ONU entraron en acción contra el M23.


El M23 se separó del ejército nacional en abril, y el viernes Ban dijo en un informe público que los rebeldes ahora representan una amenaza a largo plazo para el gobierno.

Por su parte, Nesirky dijo que Ban se manifestó "molesto por continuos reportes de apoyo externo al M23", aunque no mencionó países.