Internacional
La maldición de “Ansariye” persigue al ejército israelí
Los soldados muertos en la misión fallida llevaban “artefactos explosivos” especiales
La entidad sionista ha reconocido por primera vez que el ejército israelí utilizaba “artefactos explosivos” en sus operaciones especiales en territorio libanés muy parecidos a los empleados por facciones libaneses, con el propósito de dar la impresión de que tales “acciones” son parte de la lucha interna.
Quince años después de la fatal emboscada de “Ansariye” realizada por la Resistencia Islámica contra un comando de elite israelí, salen a la luz nuevos detalles. Las familias de los soldados muertos en aquella fallida misión, después de tantos años, presentaron una denuncia ante el tribunal israelí contra la institución militar, lo que motivó el destape de parte de los detalles de la operación fracasada, así como su objetivo, y por primera vez el ejército israelí reconoce que los soldados llevaban “artefactos explosivos” muy parecidos a los empleados en Líbano, para alejar cualquier sospecha sobre la autoría de “Israel” y dar a entender que las explosiones, en el caso que estallaran, hubieran sido obra de facciones libanesas y formaran parte de ajuste de cuentas internas.
El Canal 1 de la televisión hebrea emitió ayer un largo reportaje sobre la operación de “Ansariye”, revelando parte de sus secretos bien guardados hasta el día de hoy, entre ellos la existencia de bombas bien preparadas para que parecieran “libanesas”, en entrevistas con familiares de los soldados muertos en aquella operación, además de entrevistas con oficiales y funcionarios de seguridad israelíes.
El tribunal supremo israelí había fallado hace tres meses a favor de entregar al representante de los familiares los documentos de la investigación realizada por el ejército israelí, tras la fallida misión en Líbano, algo que no se ha hecho hasta el momento, lo que empujó a los familiares, bajo la presión de los servicios de seguridad en “Israel”, a nombrar al ex jefe del Mossad, Danny Yatom, como su representante ante el ejército, y así pueda tener acceso a los documentos de la investigación, al mismo tiempo se quedan bajo secreto, ya que por su experiencia no va a revelar el contenido.
El Canal 1 señaló que “lo que animó a los familiares a protestar y presentar denuncias, y por consiguiente, destapar las diferentes investigaciones, ha sido el anuncio de (el Secretario General de Hezbolá) sayed Hassan Nasralá, cuando reveló que Hezbolá pudo interceptar las imágenes captadas por el avión espía israelí antes y durante la operación, lo que le permitió montar la emboscada que terminó con la vida de los soldados del Shin Bet”.
Según el Canal 1, las bombas que causaron la muerte a los soldados en “Ansariye” eran tres: Una pertenecía a Hezbolá, y las otras dos las llevaban encima los mismos soldados. También señaló que un oficial israelí que examinó los cadáveres y los fragmentos de bomba que estaban en sus cuerpos indicó que las fracciones no se parecían en nada a las que empleaba el ejército israelí, lo que significa según el oficial, o bien se trataba de una bomba enemiga, o “una bomba especial que tenía fines practicas precisas” relacionada con el objetivo de la misma misión.
Según el reportaje emitido en la televisión, “una de las deducciones que tiene más probabilidad en el ejército señala que las dos bombas han sido preparadas de una forma acorde a la naturaleza y el objetivo de la misión, lo que quiere decir que la unidad responsable de preparar ambas bombas lo hizo de una manera que más tarde se pudiera interpretar las explosiones en el marco de las luchas internas en Líbano”.
Por su parte, el ex director del servicio de inteligencia israelí Mossad, el general en la reserva Danny Yatom, expresó su indignación por la forma en que se lleva este asunto, y dijo que tiene una “fuerte impresión que hasta el momento no hemos conseguido nada, no hemos hecho una investigación verdadera, por esta razón, cada comisión saca conclusiones diferentes a la otra”.