Internacional
Turquía exige a la UE impedir recaudaciones del PKK
PKK ingresa entre 200 millones de euros al año a través de los kurdos que viven en UE
En un intento por reducir el apoyo financiero al Partido de los Trabajadores de Kurdistán, el Gobierno turco ha intensificado su lobby para convencer a los países europeos de acabar con las actividades de recaudación de fondos del grupo militante.
Los analistas turcos ven este esfuerzo de Ankara para cortar las fuentes de financiación del Partido de los Trabajadores de Kurdistán (PKK, por sus siglas en kurdo), catalogado como una organización terrorista, como parte de la estrategia para limitar su capacidad de acción en el lanzamiento de ataques contra intereses turcos.
“El PKK tendrá dificultades para lanzar operaciones ofensivas si carece de fondos”, estimó Idris Gursoy, un analista político en una entrevista concedida el jueves a Xinhua.
Se estima que el PKK ingresa entre 150 y 200 millones de euros al año a través de los ciudadanos kurdos que viven en Europa.
Turquía se queja de que algunos países europeos están “tolerando estas actividades del PKK”, especialmente en Alemania, donde la recaudación de fondos de las actividades de la organización es más intensa debido a la presencia de unos 3 millones de turcos.
Mientras tanto, la extradición de presuntos miembros del PKK, buscados por Ankara, es otro problema entre Turquía y la Unión Europea (UE), porque de acuerdo con las estadísticas recogidas por el ministerio de Justicia turco, los países europeos han extraditado a menos del 10 por ciento de los sospechosos que Ankara ha solicitado en la última década.
El miércoles en Berlín, capital germana, el premier turco expresó su descontento porque muchos países occidentales no querían extraditar a miembros del PKK a Turquía por delitos de terrorismo, pese a los acuerdos de extradición que mantienen con Ankara.
"Esperamos la extradición de estos criminales", dijo el primer ministro turco, Recep Tayyip Erdogan.
El PKK, una organización considerada terrorista por gran parte de la comunidad internacional, incluida Turquía, Irán, la UE y los Estados Unidos, se ha atribuido la autoría de varios ataques contra gasoductos en Turquía.
Esta organización terrorista lucha desde 1984 por lograr una región autónoma kurda dentro de territorio turco. Más de 40 mil personas han perdido la vida desde que el PKK lanzara su campaña armada contra el Gobierno de Ankara.
| En un intento por reducir el apoyo financiero al Partido de los Trabajadores de Kurdistán, el Gobierno turco ha intensificado su lobby para convencer a los países europeos de acabar con las actividades de recaudación de fondos del grupo militante.
Los analistas turcos ven este esfuerzo de Ankara para cortar las fuentes de financiación del Partido de los Trabajadores de Kurdistán (PKK, por sus siglas en kurdo), catalogado como una organización terrorista, como parte de la estrategia para limitar su capacidad de acción en el lanzamiento de ataques contra intereses turcos.
“El PKK tendrá dificultades para lanzar operaciones ofensivas si carece de fondos”, estimó Idris Gursoy, un analista político en una entrevista concedida el jueves a Xinhua.
Se estima que el PKK ingresa entre 150 y 200 millones de euros al año a través de los ciudadanos kurdos que viven en Europa.
Turquía se queja de que algunos países europeos están “tolerando estas actividades del PKK”, especialmente en Alemania, donde la recaudación de fondos de las actividades de la organización es más intensa debido a la presencia de unos 3 millones de turcos.
Mientras tanto, la extradición de presuntos miembros del PKK, buscados por Ankara, es otro problema entre Turquía y la Unión Europea (UE), porque de acuerdo con las estadísticas recogidas por el ministerio de Justicia turco, los países europeos han extraditado a menos del 10 por ciento de los sospechosos que Ankara ha solicitado en la última década.
El miércoles en Berlín, capital germana, el premier turco expresó su descontento porque muchos países occidentales no querían extraditar a miembros del PKK a Turquía por delitos de terrorismo, pese a los acuerdos de extradición que mantienen con Ankara.
"Esperamos la extradición de estos criminales", dijo el primer ministro turco, Recep Tayyip Erdogan.
El PKK, una organización considerada terrorista por gran parte de la comunidad internacional, incluida Turquía, Irán, la UE y los Estados Unidos, se ha atribuido la autoría de varios ataques contra gasoductos en Turquía.
Esta organización terrorista lucha desde 1984 por lograr una región autónoma kurda dentro de territorio turco. Más de 40 mil personas han perdido la vida desde que el PKK lanzara su campaña armada contra el Gobierno de Ankara.