noscript

Internacional

Los neoyorquinos se enfrentan al huracán Sandy en una ciudad fantasma

Los neoyorquinos se enfrentan al huracán Sandy en una ciudad fantasma

"Todo el sistema está paralizado", puede leerse en rojo en las pantallas de las 468 estaciones de metro de la ciudad

Los neoyorquinos se enfrentan al huracán Sandy en una ciudad fantasma

El silencio se extiende este lunes en Nueva York. El temido huracán Sandy, con vientos de hasta 120 kilómetros por hora, paralizó las instituciones y servicios públicos de la metrópolis, sobre la que se cierne una fantasmal tranquilidad.

"Todo el sistema está paralizado", puede leerse en rojo en las pantallas de las 468 estaciones de metro de la ciudad. También los autobuses y trenes de cercanías se quedaron en las cocheras como medida de precaución y Naciones Unidas, Wall Street, escuelas, universidades, teatros y muchas oficinas y tiendas permanecen este lunes cerradas.

En las calles, por las que camina mucha menos gente de lo habitual, hay un único tema de conversación: la tormenta perfecta. Y las conversaciones terminan en todas partes con la misma frase: "Stay safe" (Tenga cuidado).

Los neoyorquinos se enfrentan al huracán Sandy en una ciudad fantasma

"Me parece bien que las autoridades aborden la cuestión con tanta precaución", opinaba un hombre en el barrio Upper East Side. "Mejor prevenir. Yo mismo he hecho acopio de existencias, aunque en realidad no me preocupo porque vivo en la novena planta", agrega.

Casi 400.000 habitantes de la zona de Nueva York tuvieron que salir de sus casas y trasladarse a refugios ante la llegada de Sandy. En muchos supermercados y tiendas se agotaron las botellas de agua, las latas de alimentos no perecederos, las linternas y las pilas.

"Fue una locura", explicó un vendedor. "La gente sólo pedía linternas, pilas, cocinas de gas y ese tipo de cosas. Se nos vació la tienda". Mientras, una clienta lamentaba no haber podido comprar velas en ningún lugar. A pesar de todas las precauciones, no parece que Sandy vaya a hacer cundir el pánico entre los neoyorkinos, acostumbrados a las tormentas y el caos.

"Hemos superado tantas cosas", recordaba un hombre. "También podremos con esto". Algunos comercios decidieron abrir hoy lunes, con o sin Sandy a la vista. "Abrimos el lunes. Y tenemos pilas", podía leerse el domingo en una tienda de juguetes.

Los neoyorquinos se enfrentan al huracán Sandy en una ciudad fantasma

Mientras, una zapatería aprovechaba para publicitar sus "botas para todo tipo de clima" y una tienda de ropa animaba a sus clientes con el eslogan: "Cuídense y vengan a comprar".

Además de las calles vacías y colegios cerrados, la tormenta perfecta ha llegado a Estados Unidos en medio de la recta final de la campaña electoral y poco antes de Halloween, que se celebra este miércoles. "Sería una pena si mis hijos no pudieran pedir caramelos por las casas", apunta una mujer. "Pero por otro lado, este año viviremos un Halloween verdaderamente terrorífico", agregó.

| 29/10/2012