Internacional
"La estrategia de EE.UU. es atizar el conflicto sectario en Líbano"
Los últimos eventos en Beirut muestran la verdadera cara del partido "Mustaqbal"
En Beirut, capital de Líbano, estallaron nuevos choques entre las fuerzas de seguridad y grupos armadas que se oponen al régimen. Los enfrentamientos ya han dejado varios muertos en la ciudad norteña de Trípoli.
En los enfrentamientos en las calles de Beirut se registraron ataques de las fuerzas de seguridad contra varios grupos armados que tirotearon a ciudadanos civiles, estos grupos son afiliados con Qaeda, la bandera con la que se identifican la oposición armadas en Siria.
El Ejército libanés intervino hoy para poner fin a los disturbios en Beirut y otras regiones, que han dejado al menos ocho muertos y decenas de heridos en las últimas horas e incrementado los temores de un repunte de la tensión confesional.
Al menos tres personas murieron este lunes y otras veinte resultaron heridas en choques entre grupos armados y los habitantes en la ciudad norteña de Trípoli, informó la Agencia de Noticias Nacional libanesa (ANN), en enfrentamientos protagonizados por grupos del Mustaqbal. Los enfrentamientos estallaron justo cuando se realizaban los funerales del jefe de inteligencia, Wissam El Hassan, que falleció el pasado viernes en un atentado con coche-bomba.
Los manifestantes culpan a las autoridades de no investigar el ataque terrorista y exigen la dimisión del primer ministro. Hassan era considerado por muchos como el hombre fuerte en Líbano.
Medios libaneses también informan que “Israel” podría estar detrás del ataque contra el alto funcionario, el departamento del General El Hassan detuvo a 38 redes de espías sionistas, mientras que EE.UU. ha anunciado que ayudará al país árabe a dar con los responsables del atentado. El periodista internacional Eloy Pardo, asegura que Washington siempre ha estado interesado en mantener activos los conflictos religiosos en la zona.
“La estrategia de los viejos planes estadounidenses, británicos e israelíes es atizar la violencia religiosa y la división religiosa, entre chiítas y sunitas, entre musulmanes y cristianos, y con la cuestión judía, evidentemente también como trasfondo”, asegura Pardo.
“EE.UU. está desde hace muchos años interesadísimo en el Líbano y en mantener la cuestión de los enfrentamientos entre facciones religiosas. Para esclarecer este asesinato es evidente que el último actor que falta es EE.UU. e Israel”, concluye Pardo.
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