En Alepo, ciudad en las que se concentran las acciones en las últimas semanas, continúan los choques en el distrito de Busstan Qaser, donde la víspera fueron eliminados numerosos milicianos entre los que se encontraban mercenarios de diferentes países.

Entre los muertos se contaron paquistaníes, libios, yemenitas, afganos, tunecinos y somalíes, presuntos protagonistas de una guerra santa, dijo una fuente oficial.


En la rotonda de Al-Merjeh, fueron atacados varios milicianos mientras demolían viviendas con tractores y filmaban la acción para su posterior difusión por canales satelitales, atribuyendo ese acto al ejército sirio, indicó una fuente oficial.

Asimismo en Kabtan al-Yabal, un área rural de la provincia, fueron destruidos siete transportes artillados con ametralladoras Doshka, mientras en al-Arima y Maarsati, las fuerzas sirias destrozaron tres camiones cargados de armas y municiones.

En la occidental ciudad de Latakia, en el barrio de Basatin al-Rihan, fue allanado un escondite de armas en un edificio en construcción que incluía ametralladoras PKC, fusiles Kaláshnikov, rifles de francotiradores, pistolas con silenciadores, lanzamisiles RPG, morteros y un centenar de bombas.


Llamada a una solución sin intervención extranjera

En una reunión en El Cairo del "grupo de contacto" cuatripartito sobre Siria (Irán, Egipto, Turquía y Arabia Saudita), Teherán propuso el envío de observadores de los cuatro países.

El ministro iraní de Relaciones Exteriores, Alí Akbar Salehi, llamó a "un cese simultáneo de las violencias por las partes en presencia, a un arreglo pacífico sin intervención extranjera y a un cese de la ayuda financiera y militar a la oposición siria", según la agencia IRNA.