El histórico dirigente comunista español, Santiago Carrillo, falleció ayer martes en su casa de Madrid a los 97 años.

Carrillo, que había sufrido en la última semana un empeoramiento en su estado de salud, después de que en los últimos meses tuviera que ser hospitalizado en diversas ocasiones, falleció a las cinco de la tarde, mientras dormía la siesta.

La capilla ardiente se abrirá hoy miércoles en el auditorio Marcelino Camacho de la sede de CCOO de Madrid. Sus restos mortales serán incinerados el jueves y las cenizas esparcidas en el mar Cantábrico, en la costa de Gijón (Asturias).


Secretario general del PCE de 1960 a 1982 y uno de los artífices de la transición española, Santiago Carrillo ya en democracia, compatibilizó su clara militancia republicana con su admiración por el rey, con quien mantenía una excelente relación.

Precisamente, don Juan Carlos y Doña Sofía han acudido anoche al domicilio familiar del dirigente comunista para expresar a su viuda y sus hijos sus condolencias y allí le ha definido como "una persona fundamental en la Transición".

Minutos después de conocerse su fallecimiento, el pleno del Congreso ha irrumpido en aplausos en su memoria.