La población comienza retornar a sus casas residenciales

Los armados y los terroristas recurren a esconderse en las casas luego de expulsar a sus habitantes en las calles del bario de al-Tadamon, al sur de Damasco. Y a través de orificios perforados en las paredes de las mismas, apuntan sus armas de francotirador disparando contra las fuerzas del ejército y mantenimiento del orden, o contra cualquier transeúnte que ande por ahí, aunque pertenezca a ese barrio, y que haya venido a supervisar su hogar y propiedades.

En la zona colindante entre ese barrio y la urbanización de Yelda, más al sur, los francotiradores terroristas disparan sin atreverse a salir al encuentro de las fuerzas del ejercito.

Los soldados del ejército sirio siguen la dirección del fuego que proviene desde más de un edificio o lugar y responden al mismo, mientras que no se puede ver a ningún terrorista salir de su escondrijo para un enfrentamiento verdadero con el ejército.

Los terroristas usan armas modernas traídas de varios lugares, incluidas armas de fabricación israelí, y siguen diversos métodos criminales para atentar contra el ejército y las fuerzas del orden.

Aparte de los artefactos explosivos, los insurgentes detonan las bombonas de gas caseras con el propósito de causar el mayor número de victimas, y colocan maniquíes en medio de las calles para engañar al ejército. Uno de los insurgentes dijo al corresponsal de SANA que además de eso, tienden las alfombras de las casas a lo largo de las calles y las empapan luego con gasoleno, para encenderlas cuando se acercan los soldados del ejército sirio.

Los estragos de la violencia y las agresiones son evidentes en las calles Serfiz y Daaboul y la zona de edificios pre-construidos, donde las casas y los negocios comerciales han sido saboteados y robados sus contenidos.

Los terroristas no se han limitado a allanar y hurtar las casas de los ciudadanos, sino que sus infames acciones las dirigieron también para profanar las mezquitas y los templos.

Haciendo caso omiso de todos los valores humanos, espirituales y religiosos, los terroristas se atrincheran dentro de los lugares de culto, convirtieron las mezquitas “al-Othman” y “El Imam Ali Ben Abi Taleb” en sedes de sus concentraciones y base de operaciones terroristas, secuestro de civiles y derramamiento de la sangre de los ciudadanos inocentes.

Una fuente militar dijo que las fuerzas armadas, en su misión de restablecer la seguridad a las zonas de “Daf Eshouk” y “al-Tadamon”, llevaron a cabo el lunes operaciones de limpieza y caza de los remanentes de terroristas en la zona de “Mercado del Martes” llegando a la Mezquita “Madre de los Creyentes”, señalando que el bario de Al-Tadamon es limpiada de los terroristas por segunda vez , pues éstos regresaron nuevamente al bario y allanaron las casas del barrio.

La fuente explicó que la presencia de los terroristas en las barios populares ha causado ingentes daños en las propiedades públicas y privadas, especialmente que emplean todo tipo de armamento y a gran escala, como misiles RPG, envases explosivos, vehículos equipados con ametralladoras Dushka, eso sin mencionar las armas livianas como las ametralladoras PKC, M60, G3 y diferentes armas estadounidenses e israelíes, indicando que los civiles en dichas zonas fueron desplazados por los grupos terroristas armados y obligados a abandonar sus hogares, que luego ocuparon los terroristas e hicieron aberturas entre los edificios para sus maniobras y escapar del ejercito, adentrándose en el barrio.

La fuente aludió a las propagandas que difunden los terroristas contra el ejército sirio en los barrios donde entra el ejército a perseguirles, con el fin de desacreditar y desprestigiar  la institución militar.

Los armados se camuflan vistiendo los uniformes del ejercito llevando signos de rangos militares de sus unidades, “más ya es imposible que puedan engañar a la gente, luego de que han sido puestos al desnudo sus actos terroristas y del rechazo de los vecinos de tenerlos entre ellos”, dijo la fuente militar.