Internacional
Una creciente protesta social en Cisjordania
Manifestaciones en ciudades de Cisjordania contra el reciente aumento de los precios de la gasolina y los alimentos
La Autoridad Palestina intenta controlar la protesta social en Cisjordania, que este lunes entró en su segunda semana, estudiando medidas para contener la subida de precios y una revisión de las relaciones económicas con la entidad sionista.
En Hebrón, unos 2.000 palestinos se manifestaron contra el aumento del coste de la vida y dañaron vehículos y la sede de la municipalidad, al tiempo que lanzaban piedras a la policía palestina que trataba de dispersarlos y a las tropas israelíes presentes en la zona.
Al tiempo que una huelga paralizaba el transporte público en toda Cisjordania, nubes de humo negro se formaron sobre este territorio palestino ocupado por “Israel” por los neumáticos quemados con que los manifestantes iniciaron su segunda semana de protestas contra el aumento del coste de la vida, del precio de la gasolina y el desempleo.
"Pedimos que el presidente (Mahmud) Abbas y el primer ministro (Salam) Fayad dimitan, así como toda la Autoridad Palestina, porque han sido incapaces de cumplir con sus obligaciones políticas y económicas", dijo un habitante de Hebrón.
Algunos analistas consideran la actual movilización en Cisjordania como la versión palestina de la "primavera árabe". Desde hace varios días, tienen lugar manifestaciones en ciudades de Cisjordania contra el reciente aumento de los precios de la gasolina y los alimentos.
El domingo, unos sesenta camiones bloquearon el acceso al centro de Ramalá durante más de una hora para protestar contra el alza del precio de la gasolina.
En Nablus, cientos de manifestantes, al grito de "Alá Akbar" (Dios es el más grande), quemaron neumáticos, lanzaron piedras contra la policía palestina, que los rechazó a varazos, según un periodista de la AFP.
El movimiento Fatah, en un comunicado emitido el lunes, atribuyó la crisis a "la decisión israelí de aumentar el precio del combustible".
"Este aumento puede ser aún soportable para la próspera economía israelí, que concede un salario mínimo mensual de 4.300 shekels (850 euros), pero no para los palestinos, cuyo salario mínimo mensual es de alrededor 1.600 shekels (315 euros)", señala Fatah.