Internacional
Cristina Fernández logra una reelección sin precedentes
La presidenta, tras conocer los resultados
Las urnas hablaron y el nombre más repetido fue el de ella: Cristina Fernández de Kirchner. La presidenta de Argentina, abogada de 58 años, logró una reelección sin precedentes. La candidata peronista del Frente para la Victoria arrasó con cerca el 53,7 por ciento de los votos. La diferencia que obtuvo con su inmediato seguidor, el socialista Hermes Binner (con el 17 por ciento de los votos) es la mayor registrada desde 1983, año en el que Argentina recupera la democracia tras la última dictadura militar (1976-83).
Los resultados confirmaron las previsiones. Cristina Fernández agradeció las felicitaciones de los adversarios. Al decirlo hubo intentos de abucheos y ella los hizo callar: "En la victoria siempre hay que ser más grandes aún, más generosos, más agradecidos y más compresivos". Y, en su discurso, invocó "a la unidad nacional". La presidenta recordó, entre sollozos, a su difunto marido y rememoró una idea suya: "El paso por la Casa Rosada siempre es temporal y circunstancial".
Los próximos cuatro años Argentina seguirá gobernada por el “kirchnerismo”, “una versión anticuada del peronismo”, según descripción peyorativa del ex presidente y candidato derrotado Eduardo Duhalde (Frente Popular). La viuda de Néstor Kirchner cierra con su reelección el ciclo más largo del peronismo en el poder. Entre su difunto marido y ella habrán gobernado doce años, del 2003 al 2015. Ni siquiera el ex general Juan Domingo Perón, fundador del movimiento que lleva su apellido, logró semejante hazaña.
El resto de los candidatos tuvieron que conformarse con una derrota anunciada por la totalidad de las encuestadoras. Hermes Binner, gobernador de la provincia de Santa Fe (con Buenos Aires y Córdoba la más importante de Argentina) quedó en segundo lugar con el 17 por ciento de los votos. El socialista del Frente Amplio Progresista, trabajará a partir de hoy en consolidarse como líder de una oposición atomizada. Positivo, como es su naturaleza, declaró ayer: "Argentina tiene muchas posibilidades de salir adelante". En esa misma carrera por liderar la oposición intentó apuntarse un desfondado Ricardo Alfonsín (Unión para el Desarrollo Social). El hijo del ex presidente Raúl Alfonsín fue el primero candidato en votar ayer. De enorme parecido con su padre el primer intento en seguir sus pasos a la Casa Rosada ha quedado truncado y su futuro en política, prácticamente, enterrado. Resignado, reflexionó: “La historia no termina hoy en Argentina”. "Vamos a velar para que no se avasallen las instituciones. No vamos a cometer los mismos errores", manifestó tras conocerse los primeros resultados, que le dejaban en tercera posición con el 11,3 por ciento de los votos.
El resto de los aspirantes frustrados a suceder a Cristina Fernández en la Casa Rosada, Eduardo Duhalde, Elisa Carrió (Coalición Cívica) o el gobernador de San Luis, el también peronista Alberto Rodríguez Saá, tuvieron representaciones mínimas. El ex presidente Duhalde, aún así, no se dio por amortizado: "Voy a seguir participando en política. Trabajando, luchando por una idea superior de los partidos. Deseo que el Gobierno aproveche esta oportunidad".
Anoche se contaban los votos para la Presidencia pero también para la renovación de la mitad del Congreso y un tercio del Senado. En esta modificación de las Cámaras estaban puestas las esperanzas de una oposición aterrada de pensar que el “kirchnerismo” pueda, como algunos pronósticos presagiaban, hacerse con una mayoría tan amplia que intente cambiar la Constitución para perpetuarse en el poder. Para lograr ese propósito el apoyo de las provincias, donde también ayer se renovaban nueve gobernaciones, sería clave.